Poncho
Finales de Junio. Cuatro de la tarde. Mi habitación.
Nunca había visto tanta gente allí congregada, aunque tampoco se había dado nunca una situación como aquella, así que era una tarde de novedades. En la cama, sentados uno al lado del otro, Aarón y Diana, sin tocarse, pero con evidentes coqueteos sobre todo por parte de él. Y eso que Dul le había dicho que tenía novio. En fin, si ella no se daba a respetar, yo no iba a cuidar su "virtud" tampoco. En el otro extremo de la cama estaban Ximena y Eduardo, entrelazando todas las extremidades que podían y destilando tanto amor que casi tengo que abrir la ventana para no ahogarme en tanta felicidad. Por último Annie, la recién llegada, estaba apoyada contra mi escritorio y le dedicaba un ceño fruncido permanente en todo su esplendor a Aarón, quien le correspondía de vez en cuando con el característico "alzamiento de cejas despectivo". Si no fuera porque se odiaban, hubieran sido un buen matrimonio esos dos.
- Ok, haber si lo he entendido bien – recapituló Annie -, quieren que monte una fiesta.
- Ajá – asintieron Diana y Ximena a la vez.
- Para evitar que Dulce se vaya a vivir con su abuela – prosiguió. Otra vez asintieron -, no entiendo la correlación.
- No esperábamos menos de ti – apostilló Aarón. Lo fulminé con la mirada.
- Deberías poner un cartel de prohibido animales Poncho – me recomendó, aunque mataba a Aarón con la mirada.
- Ya lo ha puesto al parecer, porque la víbora de tu amiga se ha desaparecido del mapa – comentó Aarón con evidente satisfacción.
- ¿Quién te crees que eres para juzgar a Angelique si ni la conoces? - le espetó Annie.
- Y espero no tener el placer.
- ¡YA! - los interrumpí. Me valían Angelique, los pleitos de esos dos, el no – condón ... solo quería a Dul conmigo, no en casa de su abuela.
- Tienes razón, lo siento, ese no era el tema ... - admitió Annie, mirándome con sincero arrepentimiento.
- Queremos ... hacerle ver de alguna forma lo que se está perdiendo si se va – explicó Ximena con amabilidad -, y una fiesta, con todos sus amigos y conocidos sería un buen método, ¿no?
No le estaba explicando la parte principal del plan, en la que entraba yo, pero no quería decirle a Annie, no por nada, simplemente era algo demasiado íntimo nuestro. De hecho ya sabían demasiadas personas para mi gusto, siempre había sido muy reservado con esos temas.
- ¿Están planeando algún tipo de encerrona con Maite? - sospechó. Ahí una coartada.
- Somos transparentes – fingió avergonzarse Ximena. Era buena mintiendo la condenada.
- No creo que vaya a salir bien, he hablado con Dul, está convencida de que esta amistad está caput – nos advirtió Annie.
- Nada perdemos con intentarlo – se encogió de hombros Diana.
- Está bien, les ayudaré, no creo que lo mejor para Dul sea irse ... - asintió Annie, agarrando mi silla del escritorio para sentarse -, pero no se me ocurre ningún motivo para celebrar.
- ¿Qué te parece el día del condón? Así lo tendrías presente – apostilló Aarón.
- ¿Y el día del ***** mayor? Te llevarías todos los honores – contraatacó ella.
- ¿De qué se trata esto? - intervino Eduardo, sin sacar las manos de debajo del vestido de su novia. Por favor, ¿no podían hacer eso en privado?
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Un Verano para Recordar
RomanceEsta historia es una de las mejores que he leído, y me he leído muchiiiisimas.. La escribió una chica de España que se llama Miri (en el Foro de Univisión su usuario era chukypollito) y es simplemente hermosa, cuenta la historia de amor de Dulce y P...