Capítulo 175 "Día Internacional de las Interrupciones"

553 21 5
                                    

Poncho


Después de ver su expresión, supuse que podía anotarme un tanto a favor, a pesar de que no era el malo oficial de Ikal y no tenía contactos en las altas esferas del mal, o lo que es lo mismo, Kessel. Si, supongo que no tenía mucho sentido preocuparse por eso cuando había alcanzado lo que había soñado desde que me di cuenta de lo que sentía por ella, pero una parte de mi no podía dejar de pensar que, aunque me había elegido, el problema era precisamente ese, que ella para mi no tenía rival, y sin embargo yo había tenido que pelear con uñas y dientes para que se diera cuenta de que conmigo estaría mejor que con Derrick. O al menos yo quería creer eso.

- ¿Por qué tan pensativo de repente? - irrumpió su voz en mi cabeza.

Alcé la vista de la servilleta. Realmente era un pecado que hubiera bajado la mirada en vez de mirarla a ella, nunca la había visto tan guapa, ni tan mayor. Quizás exceptuando en la fiesta del Tequila, pero esa noche tuvimos agitación de sobra como para pararme a contemplarla.

- No voy a obligarte a cantar – me aclaró, señalando con la cabeza hacia el karaoke.

- No creo que exista fuerza humana capaz de obligarme a cantar en público – coincidí, alegrándome de que hubiera desviado el tema. Si volviera a preguntarme sobre que pensaba, tendría que mentirle, ella se daría cuenta, tendría que decirle la verdad y ella estaría molesta por la mentira y por la verdad.

- ¿Ni alcohol suficiente en el mundo? - se paró a pensarlo -. Es cierto, no bebes ... adiós al experimento – fingió desilusionarse.

- Intentaré contribuir de otra forma a la ciencia – añadí con cierto sarcasmo. Durante años había tenido que aguantar las bromas de todos por mi abstemia, estaba perfectamente inmunizado.

- ¿No estarías pensando en lo que te dije antes, no? - contraatacó, agarrándome con la guardia baja. Pensé que ya habíamos dejado ese tema.

- No, yo no ...

- Es una babosada ... - me interrumpió abruptamente -, yo tampoco te pregunté como conocías este sitio, supuse que habrías traído a alguna vieja alguna vez, pero preferí no confirmarlo ...

- De hecho fue Aarón quien trajo a alguien, yo solo tenía su referencia de cuando vino con la hija del frutero – le aclaré. ¡Cómo si tuviera yo cara de don Juan Tenorio!

- Esto es un asco ... - resopló, haciendo ondear ligeramente su servilleta. La miré, sin saber muy bien por dónde me iba a salir -. ¿No te da la impresión de que antes todo era mucho más fácil? Quiero decir, hablábamos de todo, no había historias incómodas, ni recelos, ni suposiciones, ni temas tabú ... todo era más sencillo.

Me recosté en mi silla. Entendía su punto, pero no sabía a dónde quería llegar con eso.

- ¿Qué propones? Quizás demasiada sinceridad tampoco sería buena.

Desde luego no quería conocer más detalles de sus relaciones anteriores, incluido Derrick, de los que ya conocía.

- No sé ... solo digo que es difícil aprender a tratar a una persona de manera distinta después de diecisiete años – suspiró.

- Tampoco tenemos que tratarnos de distinta manera ... - alzó una ceja, escéptica -, en serio ... solo tenemos que aprender que ciertos temas debemos tocarlos con algo más de tacto y ya.

- Además, bien pensado ... tampoco es que habláramos mucho de nuestra "vida sentimental" antes – reflexionó en voz alta.

- Bueno, en mi caso tampoco es que hubiera mucho de lo que hablar – aclaré.

Un Verano para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora