Derrick
Al parecer, era mi turno. Maite había salido de la habitación sin su cara de "Dios mío que duro es ser mártir" que había tenido durante toda la noche. No me malinterpreten, no me caía mal, además ahora era la novia de ... lo más parecido que tenía a un mejor amigo, sin embargo no me gustaba como había actuado con Dul. Ni que Dul se sintiera mala persona solo por compararse con ella. Por Dios, estaba empezando a pensar como un cursi ... pronto seria como el Herrera si no me controlaba. Hablando de eso, todavía me intrigaba su reacción de antes. ¿Cómo que si que había un culpable pero que no era yo? ¿A quién se refería entonces? No era que me importara demasiado, pero estaba plenamente convencido de que la responsabilidad de todo lo ocurrido caería sobre mi como una condena, porque yo la había dejado montarse en mi coche y la había llevado a Abril. Claro, primero había que contar que era una trampa, pero a no ser que le hubiera contado Aarón él no podía saberlo, además, ¿quién le impedía algo a Dulce cuando quería hacerlo? Pero no esperaba que las dos neuronas de ese tipo le permitieran llegar a ese tipo de razonamiento.
Seguí al enfermero, intentando no poner los ojos en blanco ante el silbido que se oyó detrás de mi. Digamos que Diana, la amiga de Dulce, era un poco especial. Me detuve frente a la puerta en la que, supongo, me indicó que estaba Dul. Tampoco es que le hubiera hecho demasiado caso, a diferencia de cualquier persona del género femenino. Empujé la puerta sin esperar siquiera a que se hubiera ido, interrumpiendo lo que fuera que me estaba diciendo.
Cuando entré, la encontré rebuscando en el pequeño buró que había junto a su cama. Esbozó una ligera sonrisa al verme, así que interpretándolo como una buena señal, cerré la puertas en las narices del Ken enfermero.
- ¿Qué haces? - pregunté, metiendo las manos en los bolsillos. ¿Qué decía uno en esos casos? Todavía me daban escalofríos solo de recordarla inconsciente en mis brazos. Y se me retorcía el estómago al rememorar con quien me había confundido, un dato que, convenientemente, no comentaría.
- Te lo diría, pero ya encuentras motivos tú solito para reírte de mi, no hay necesidad de que te lo ponga más fácil – respondió, moviéndose despacio para sentarse en el centro de la cama.
- Vamos, este sitio es deprimente, anímame un poco la mañana – le pedí, dejándome caer en la silla que había al lado de la cama.
- Ok ... buscaba un espejo – confesó, cerrando los ojos. Se me escapó una sonrisa ladeada, aunque no dije nada. Abrió uno de los ojos.
- No me estoy riendo – señalé con cierta pomposidad.
- Tienes medio labio curvado hacia arriba, que traducido en alguien normal sería risa – me espetó ella, fingiendo estar enfurruñada. Abrió los dos ojos.
- Lo admito, me sorprende que una persona que acaba de llevarse la golpiza de su vida y está en el hospital por una conmoción cerebral, necesite un espejo – dije con cierta sorna. Frunció los labios.
- Solo quería evaluar los daños – se excusó -, tendré que verlo por mi misma, porque nadie me habla claro ... solo veo sus caras, por lo que sé, podría ser Cuasimodo ahora mismo.
- ¿Quién?
- Ya sabes, el Jorobado de Nôtre Dame – dijo como si eso tuviera mucho sentido. Al menos para mi, era consecuencia del golpe, porque no sabía de que me estaba hablando.
- Ni te esfuerces, no te sigo – me encogí de hombros, recostándome en la silla.
- ¿No tienes infancia? - resopló.
- Nop, pero soy lo más parecido que tienes a un espejo, así que te aconsejo que me trates bien – me burlé. Me miró sorprendida.
- ¿Por qué? ... ah, ya ... cierto, sé que tu al menos me dirás la verdad .... - se removió entre las ropas de la cama, y me fijé que el camisón le quedaba demasiado grande, porque le sobraba por todos lados, dejándole un hombro desnudo. Ok, mejor centrarse en otra cosa -, espejito, espejito ... ¿quién es la más bella del reino?

ESTÁS LEYENDO
Un Verano para Recordar
Roman d'amourEsta historia es una de las mejores que he leído, y me he leído muchiiiisimas.. La escribió una chica de España que se llama Miri (en el Foro de Univisión su usuario era chukypollito) y es simplemente hermosa, cuenta la historia de amor de Dulce y P...