Capítulo 131 "Más raro aún que la familia feliz con Derrick"

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Poncho

A pesar de que todavía eran las diez y media, decidí irme a la cama. Eran demasiadas emociones para mi en un solo día... aunque no estaba seguro de poder descansar, seguramente aparecerían bebés por mis sueños, y para completar la escena, el feliz padre, es decir, Derrick. Se me revolvía el estómago solo de pensarlo. Cuando estaba por entrar en mi habitación, Ximena me interceptó. Y por la cara que traía, no iba a acabar la fiesta en paz.

- Necesito hablar contigo – me informó muy seriamente. Solté un gemido.

- Por favor, que sean buenas noticias...

- No sabría decirte. He hablado con Eduardo.

- Ajá, ¿y...?

- ¿Podríamos hablar esto en un lugar menos concurrido? - me pidió, escuchando los pasos de alguien en las escaleras.

- Ok – acepté, sin demasiadas ganas.

Entramos en mi habitación, donde solo una hora antes habíamos estado Aarón y yo al borde del colapso emocional. Todavía me daban escalofríos al recordarlo.

- Hablaste con Eduardo... ¿qué te dijo? - me interesé.

Ximena siempre había sido bastante paciente conmigo, y sobre todo el asunto ese de hacerse pasar por mi novia... le debía gran parte de mi cordura, si ahora podía corresponderle mostrándome comprensivo, lo haría.

- Que va a venir hablar conmigo personalmente – suspiró, sentándose en mi cama.

- Que bueno, no teníamos muchos problemas por aquí últimamente – dijo con ironía. Frunció el ceño -, lo siento... ¿sabes que intenciones trae?

- Lo escuché bastante serio... de veras creo que quiere romper conmigo – al final se quebró. Podía intentar fingir que estaba tranquila, pero llevaban juntos desde que ella tenía dieciocho años, era la típica historia de amor que uno piensa que durará para siempre ... y sin embargo, el final parecía cerca.

- Ey, tranquila...

Con lo bien que se me daban a mi estas situaciones que requerían cierto tacto... lo hice lo mejor que pude, la abracé y le dije que no se preocupara y que, sobre todo, no diera cosas por sentado antes de saber seguro a lo que venía. Fácil de decir, más difícil de hacer. No debió de ser un desastre completo, porque conseguí calmarla.

- Tienes razón ... - hipó, tomando el pañuelo que le tendía – gracias... - sonrió tristemente -, parece que el amor te ha hecho algo más sensible.

- A este paso me matará, más bien.

- Faltan apenas dos días para el cumpleaños de Mai... ¿crees que vaya a venir o ...?

- Ya está aquí, y casi con regalo – dije con sarcasmo.

- No entiendo ...

- Tranquila, no hace falta. Ahora vete a dormir, o a ver ... lo que sea con mi hermana ... solo distraete un poco.

- Tu hermana no está, había fiesta en casa de ... - se quedó pensativa -, no recuerdo que nombre me dijo.

- ¿Eric? - pregunté con cierto temor.

- No, no era ese.

- Uff ... - suspiré, aliviado.

- ¿Su novio? - sabía que lo preguntaba por aparentar, tenía claro que Loli ya le habría hablado de él.

- Mi dolor de cabeza permanente – aclaré, provocando una sonrisa de su parte.

- Tú también deberías distraerte un poco ... ¿te apetece ver una película?

Un Verano para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora