Capítulo 143 "La fiesta de la discordia"

274 12 0
                                    

Maite

- ¿Que vas a organizar la fiesta de cumpleaños de Karla? - repetí, para asegurarme de que había oído bien.

Annie asintió con total naturalidad, como si lo que me acababa de decir no fuera estuviera totalmente fuera de lugar. Insistí.

- ¿Puedo saber por qué?

- Es todo parte de un ... plan – y alzó las cejas repetidas veces, tratando de darle misterio al asunto. No hacía falta que se lo diera, era suficiente con el que ya tenía.

- No entiendo nada – declaré, confundida.

Sonrió de manera comprensiva mientras descruzaba las piernas y los cruzaba una sobra la otra, de nuevo. Estábamos en su departamento, donde Diego me había dejado después de dar una vuelta por la tarde. Había amanecido con la parte baja del ojo ligeramente morada, un pequeño moratón también en la parte alta del brazo y una pierna raspada, y a pesar de que traté de disimularlo todo lo que pude con el maquillaje y la ropa, no soy demasiado buena con esos pequeños retoques. Eso si, si Diego lo había notado, había tenido la delicadeza de no comentar nada. Annie, sin embargo, muy delicada para unas cosas, pero para otras ...

- Tampoco yo entiendo, ¿a Diego le van los rollos duros o qué? - preguntó, mirando mi ojo. Enrojecí de golpe.

- ¡Claro que no! ¡No fue eso! - repliqué, avergonzada.

- ¿Entonces qué? De repente apareciste con esos moratones y ayer en la fiesta no te quité ojo, así que tuvo que ser después ...

- En realidad si hubo un momento en el que me quitaste ojo – la corregí.

- ¿Cuando?

- Cuando tú estabas con Aarón y ...

- Ah, ya, ni me recuerdes a ese patán – torcí el gesto -, lo siento, sé que es tu amigo, así que por el bien de nuestra relación intenta no mencionarlo demasiado ¿ok? - asentí -, pero ese no era el tema, ¿qué te pasó?

- Me peleé con Dul. En toda la extensión de la palabra – enfaticé.

- ¿Gritos y un par de cachetadas? Es lo máximo a lo que he llegado con alguna de mis friends.

- No, empezamos por las cachetadas, pero acabamos en el piso en plan WWE.

- ¿Qué cosa?

- Bueno, admito que yo le pegué primero – reconocí, agachando la cabeza, avergonzada. Todavía en ese momento, varias horas después y con tiempo suficiente para haberlo pensado todo con frialdad, no sabía que cables se habían cruzado dentro de mi cabeza para haber actuado así.

- ¡MAITE! - se escandalizó.

- Pero ella me incitó – me defendí como pude.

- Claro que te incitó, es Dul, su trabajo es buscar problemas, el nuestro evitárselos, ¿lo has olvidado o qué?

- Lo sé, de verdad que perdí el control ... pero tengo días tratando de acercarme a ella, y me frustra no ser capaz de avanzar, está completamente cerrada conmigo.

- Entonces mejor ni te cuento lo que quiere hacer – dejó caer Annie disimuladamente.

- Creo que a estas alturas ya no me sorprendería nada – suspiré.

- Oh, nunca subestimes a Dul.

- ¿Por qué?

- Se va a vivir con su abue – me informó. Sentí que el corazón me daba un vuelco.

- ¿Qué? - logré pronunciar, de manera forzada.

- Te lo dije. En dos días, tres como mucho, al parecer. No sé de cuanto tiempo disponemos, aunque Diana está haciendo lo posible por retrasar su viaje.

Un Verano para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora