Poncho
Di otra vuelta en la cama, pero para lo que me sirvió, mejor me hubiera quedado en la primera postura, por lo menos ahorraba energía. Eché una desesperanzada mirada al reloj. Las cuatro de la mañana. Y yo sin dormir. Perfecto, por la mañana el perro se echaría sobre mi pensando que era un cadáver.
Reacomodé la almohada, pero tampoco era esa la causa de mi insomnio. Ni la cobija, ni la escasa luz que se filtraba por la ventana, ni los lejanos ronquidos de mi padre, ni la amortiguada voz de mi hermana hablando por teléfono (no quería ni pensar con quien mantenía estas conversaciones nocturnas, y menos cuales eran los temas a tratar, pero en fin...). No, nada de eso era el problema.
Me senté sobre la cama, retirando las cobijas de mi cuerpo y dejando los pies desnudos sobre el piso. Me froté los ojos con los puños, tan cansado que ni siquiera me podía creer que existiera tal estado de agotamiento. Pero no conseguía dormir.
Debería estar tranquilo, sabía que Dulce estaba perfectamente, la había visto con mis propios ojos. Pero no lo estaba.
¿Es que tenía el don de la oportunidad o qué? Justo cuando salgo para dar una vuelta después de una hora acompañando a mi madre y a Alma, en un mísero momento que necesitaba despejarme, me encuentro la feliz escena. Esa feliz escena que me taladraba el cerebro y que me hacía incapaz de conciliar el sueño.
Es que no me cabía en la cabeza. Yo muerto de angustia porque pensaba que estaba con Derrick a la fuerza, cual damisela en apuros esperando a ser rescatada, y resulta que estaban de escapada romántica. Además, ¿con Derrick? ¿Desde cuándo? Porque las últimas noticias que yo tenía sobre esos dos eran que se odiaban... ¿no?
"Créeme cuando te digo que Dul estará perfectamente a salvo con Derrick". Esa maldita frase de Aarón me había perseguido desde que había regresado de aquella casa. Así que Aarón sabía que esos dos se traían algo. Si no era imposible tanta casualidad, no podía tratarse de un simple comentario fortuito.
¡Y esa méndiga escuincla no podía avisar de que se iba por eso! ¡NO! Porque era más chistoso tenernos a todos conteniendo la respiración, esperando a que nos hablaran de algún hospital para decirnos Dios sabe qué... aunque tenía que concederle que había tenido el detalle de parecer avergonzada cuando la miré. Creo que nunca había tenido que contenerme tanto para no abrazarla, y para no gritarle hasta de lo que se iba a morir.
Volví a tenderme sobre la cama, seguro de que esa noche tampoco conciliaría el sueño. Y otra vez por ella. La noche anterior me la había pasado buscándola, y esa noche buscaba una explicación a su comportamiento. No podía reconocer en ella a mi pequeña ardilla. ¿Será que la había idealizado? Quizás solo conocía a la persona que yo quería conocer y los detalles desagradables de su personalidad, véase escapar con su en teoría peor enemigo para pasar el día juntos sin avisarle a nadie con la simple intención de hacer daño. O la otra opción era que esa no era la Dul de siempre, por la que más me inclinaba yo, la verdad. Pero entonces ¿qué le ocurría? Y ahí entraba en una espiral sin salida. Porque estaba demasiado alejado de ella como para ir como si nada a preguntarle, si no le preguntaba no podía ayudarla, si no la ayudaba ella seguía de uñas con todo el mundo, en el cual me incluía, por lo que cada vez nos alejábamos más y así sucesivamente...
Lo primero de todo era descartar. Por ejemplo, podíamos descartar a Ucker como problema y casi como persona viva, aunque no fue precisamente gracias a mi. Para que entiendan mejor la situación, les explicaré como fue la tarde...
Luego de nuestra reveladora conversación en la playa, decidimos que era hora de hacerle una visita a nuestro buen "amigo" Ucker, al que teníamos un poco abandonado aquel verano. Ucker vivía en la misma urbanización de lujo que Annie, solo que en la otra punta. Aarón dijo que mejor, porque Angelique estaría en la casa de Annie y no le apetecía nada cruzarse con ninguna de las dos. Por mi parte, no tenía ningún problema en cruzarme con cualquiera de ellas, pero bueno, Aarón y sus broncas, como siempre.
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Un Verano para Recordar
RomanceEsta historia es una de las mejores que he leído, y me he leído muchiiiisimas.. La escribió una chica de España que se llama Miri (en el Foro de Univisión su usuario era chukypollito) y es simplemente hermosa, cuenta la historia de amor de Dulce y P...