Capítulo 43.-

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Narra Alondra Ferreyra

Íbamos de camino a casa de David en el auto de Carmen con Javy acompañándonos. Me sentía muy mal, tanto física como mentalmente, mi debilidad era notable y el dolor y ardor en la espalda era insoportable, no me podía sentar bien en el auto, pues la espalda no la podía recostar en el asiento. 

En todo el trayecto, David me abrazó, me besó, y me estuvo consolando todo el tiempo que tardamos en llegar a su casa.

– ¿Te duele mucho, mi amor?

–Sí, siento la piel caliente y me arde.

–En cuanto lleguemos, te acuestas enseguida, espero que te duermas.

–No sé, si vaya a poder.

Tenía muchas ganas de llorar, pero quería ser fuerte, no me podía derrumbar por esto, solo sabía que a Petra, no la quería volver a ver en mi vida, algún día se iba a arrepentir, de todo lo que me había hecho, pero esto no se lo iba a perdonar, y mucho menos a mis tías, ellas por compradas, porque siempre estaban al pendiente de lo que su hermana les podía dar, eran una vendidas.

    Mientras tanto no tenía idea de donde podría estar mi papá, pero ella me dijo que, ahora él no me podía defender, solo que no se encontrara en la cuidad, pero de todos modos tampoco, hacia nada para detener a su mujer, debería encerrarla en un psiquiátrico, no era normal que toda su ira recayera en mí, si bien era alguien que no se dejaba manipular tan fácilmente, no eran formas de tratar a una persona y mucho menos a una de tus hijas, las otras estaban de acuerdo con ella, porque nunca habían tenido un trato así de su parte.

Al llegar, David me bajó en brazos, pero me estaba lastimando un poco, solo no le dije, porque aparte tampoco podía caminar, era mejor soportar ese dolor que intentar caminar por mi propio pie, así que me subió a su recámara dónde me recostó en su cama, Javy subió con nosotros y también Carmen quién después de un corto tiempo le pidió a David que saliera con ella para hablarle de un asunto importante.

–David, hijo necesito hablarte de algo – Le pidió Carmen a David – Alondra, ahorita regresa David.

Mi chico me dio un beso antes de irse con su mamá, me imaginaba que iban a tratar de la situación con Petra, era algo que ya se había salido de control y no creía que para la próxima me contuviera y le pagara con la misma moneda, por esa señora ya había perdido el respeto desde hacía mucho tiempo.

–Claro madre.

–Sí Carmen, no te preocupes. Javy estará conmigo – Respondí tomada de la mano de uno de mis mejores amigos.

David salió para hablar con Carmen. Yo al quedarme sola con Javy, noté que Julio no estaba con nosotros lo que me resultó muy extraño.

–Javy, ¿Dónde está Julio?, ¿Le ha pasado algo?

–No Alondra, tranquila. Él se fue con su madre para ver algo de una orden de alejamiento, para que tu madre, no pueda acercarse a ti, ni en la escuela ni en ningún lado.

–Tengo mucho miedo, ha sido muy feo lo que ha pasado – Sollocé sin poder evitarlo – Ella nunca me había pegado así y lo que es peor es que mis tías han estado de acuerdo y hasta la ayudaron a que ella me hiciera daño. 

–Alondra no llores – Me abrazó Javy con mucha ternura – No te vamos a dejar sola, me tienes a mí y a Julio recuerda que “Siempre juntos los 3” y tienes a tu chico y a su mamá que es muy linda contigo. Algo si te puedo asegurar que no vas a volver a tu casa, tu madre está loca.

–Lo sé, más que loca está enferma de odio y me aterra que le pueda hacer algo a David, yo no soportaría que le haga ningún daño. Me muero si le pasa algo.

–No le pasará nada, por lo que me puedo dar cuenta la señora Carmen no es de las personas que se dejan y se pondrá en su lugar a tu madre en caso de ser necesario –Me tranquilizó Javy mientras seguía llorando en sus brazos – Le mandaré mensaje a Julio para que nos informe de todo.

–Gracias Javy, por ir por mí a casa de mis abuelitos y por avisarle a David. No sé qué haría sin Julio y sin ti – Dije agradecida – Por cierto ¿Entregaron mi tarea?

–La tuya y la nuestra también. Tampoco entramos a la última clase por ir a buscar a David para avisarle de lo que pasó. Al rato le pedimos a Luis Miguel, que nos pase la tarea para mañana y por ahora concéntrate en estar tranquila.

–Javy, tenemos que avisar a mi papá de lo que pasó. Él no está en la ciudad y de seguro, que a estas alturas ya mi madre lo llamó alterándolo.

–Paso a paso Alondra, nosotros nos encargaremos. Por favor, limítate a descansar y a recuperarte, creo que no podrás ir unos días al Tec, pero nosotros te traeremos las tareas Julio y yo.

–Muchas gracias Javy, te quiero mucho – Lo abracé con toda la fuerza de la que fui capaz.

David entró a su recámara y presenció la escena en la que yo estaba abrazando con fuerza a uno de mis mejores amigos y de las personas más importantes en mi vida. Él se acercó a mí, entonces Javy y yo nos soltamos.

–Yo me encargo ahora de mi princesa, muchas gracias – Le dijo David a Javy – Ella va a estar bien, te doy mi palabra que estará a salvo aquí conmigo y con mi madre.

–Eso lo sé de sobra. Es lo que le decía a Alondra, que ella se preocupe por descansar y reponerse, Julio y yo le estaremos trayendo las tareas y viniendo a visitarla claro que, en caso de que tú no tengas problema con eso – Respondió Javy a David.

–Ningún problema, ustedes como amigos de mi princesa, son bienvenidos aquí, cuantas veces quieran.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora