Narra David de María
Nos fuimos a otra área de la alberca dónde había poca gente y pusimos unas toallas en las sillas de ahí para sentarnos, después pedimos a los meseros del área de la alberca unas bebidas. Alondra comenzó a reírse y yo estaba desconcertado, no le veía ninguna gracia a lo que acababa de pasar. Lo bueno fue que lo ha tomado con humor.
–David, no puedo creer todo lo que has montado en segundos – Alondra seguía riéndose – Es que se notó perfecto que estás celoso.
–Pues claro que lo estoy. No me pareció que se vinieran al club ustedes solas y que además de eso, ese junior capullo desgraciado te estaba viendo así casi desnuda – El cabreo hablaba por mí – No quiero que vuelvas a pasearte así no estando yo.
–David, no estaba ahí yo sola con él. Además yo no le estaba prestando atención pero se me hacía de mala educación dejar ahí a Carmen sola si he venido con ella – Decía Alondra – No hice nada malo y si no quieres que ande así medio desnuda como has dicho ¿Dime entonces que ropa se debe usar aquí en el área de la alberca? Fíjate bien y todas las mujeres andan así incluida Carmen. Hay algunas hasta con menos tela que el traje de baño que traigo.
Lo pensé unos segundos antes de seguir cabreado con Alondra, ella tenía razón al decirme que no estaba haciendo nada malo, por lo que no iba al caso mi reclamo ni como me estaba poniendo pero de solo recordar como la estaba mirando casi desnudándola ese sujeto, me ponía al punto máximo de celos y de cabreo.
–Mi madre es diferente. Ella está soltera y no tiene compromiso con nadie, puede salir desnuda a la alberca si eso es lo que quiere – Expuse mis razones – Pero tú, no. Tú estás conmigo y nadie puede andar viendo lo que es mío.
Me sentía como un niño caprichoso. No me reconocía, jamás había hecho una escena de este tipo, pero no lo podía soportar y quería que todos supieran que ella era mi novia y que no la podían ver como si pudieran tener una oportunidad con ella.
–David, neta, estás muy mal. Yo no soy tuya, soy tú novia que es diferente pero no eres mi esposo para estarme armando todo éste numerito de celos y si vas a estar así, le diré a Carmen que en este momento tú y yo nos vamos a la casa que ya no quiero estar aquí en el plan en el que estás – Ella comenzaba a molestarse – No entiendo tus celos, en serio que no.
Ella se levantó de su silla y comenzó a alejarse de mí, caminando por la orilla de la alberca. Me quedé sentado viéndola caminar, se veía reamente hermosa y su cuerpo y toda ella me volvían loco, me levanté para ir a abrazarla y disculparme cuando otro tipo que no vi ni de dónde salió, delante de mis narices abrazó a mi novia, le dio un beso en la mejilla y se puso a platicar con ella ¿Qué coño era todo eso? Me acerqué a ellos, dispuesto a averiguar quién era ese infeliz. Me encontraba fuera de mis casillas.
–Alondra ¿Qué haces con este señor? –Dije insultando al tipo en cuestión, era obvio que era alguien que tenía más o menos mi edad – Te recuerdo que vienes conmigo. No estoy pintado para que me ignores.
–Este “señor” tiene nombre y me llamo Salvador – Replicó el tipo en cuestión – Soy compañero y amigo de Alondra desde la primaria y solo la saludaba. No tenía idea de que fuera novia de alguien sumamente toxico.
–Bueno, nos vemos luego en el Tec Chava hermoso – Se despidió mi novia – David, vámonos.
Yo no me despedí del tipo ni nada, estaba más que cabreado. Caminé con Alondra a las sillas donde estábamos y mientras algo me daba vueltas en mi cabeza ¿Qué había sido todo eso de Chava “hermoso”? Estaba sin poder contener mi rabia interna y entonces dejé que saliera o iba a estallar.
–Alondra, te exijo en este momento que me digas ¿Por qué lo abrazaste a ese Salvador? Y ¿Por qué le dijiste Chava hermoso? – Le reclamé alzando el tono de voz – De una vez te digo que no te vas a burlar de mí.
–David, es que nadie se está burlando de ti. Es un amigo del Tec, cómo Luis Miguel y a él si lo recibiste anoche en tu casa – Se defendió ella – Además a todos mis amigos siempre les he dicho cumplidos de “hermoso”, “chulo”, “bello” desde que estoy chica. No le veo nada de malo, es algo de cariño.
–Pues yo sí le veo todo de malo – Dije alterado – Me molesta que te abraces con medio mundo y más así de encuerada como estás. Mejor ya vámonos que no quiero estar aquí y no quiero pensar en que puedas engañarme con ese Chava hermoso.
–No te permito que me hables en ese tono, para eso mejor me hubiera quedado con Petra.
Tomé de la mano a mi novia para irnos de ahí y ella se soltó de mi agarre. Yo volví a tomarla de la mano y volvió a soltarse. Estaba muy cabreada ya a esas alturas.
– ¿Sabes qué David? Jódete con tus putos celos y tus escenitas. No vuelvo a ir a ninguna parte contigo ¿A esto has venido? A echarme a perder el día que vine con Carmen a relajarme – Dijo ella enojada – No es justo que te pongas así. Eres un pendejo porque al único hombre al que amo es a ti, pero si tus celos no te dejan ver eso entonces será mejor que te largues a la chingada. Ahora no quiero saber nada de ti, gracias por aguarme la tarde y espero que le aproveches.
Eso encendió más mi cabreo, ya que toda la gente ahora sí que se había dado cuenta del desacuerdo entre Alondra y yo. Ella se retiró enojada a reunirse con mi madre y yo caminaba furioso rumbo a un área verde para tratar de calmarme porque de lo contrario. Esto sería un volcán en erupción.
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Mi Consentida
RomanceAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...