Capítulo 107.-

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Narra Alondra Ferreyra

Carmen llamó a David casi llegando a la cabaña de ellos y él se debatía entre responder la llamada o no, yo no opiné nada de si debía de contestarle o no, pero él terminó por tomar la llamada para casi colgar enseguida ya estábamos prácticamente llegando a la cabaña.

Carmen nos esperaba afuera y en cuanto David se estacionó, ella fue y recogió las bolsas con las cosas que encargo y entramos David y yo después de ella a la cabaña. Ella no nos decía nada y eso no era una buena señal, algo sin duda había pasado pues Carmen no era de las personas que disfrutara de estar en silencio, al contrario ella siempre buscaba hacer una conversación de todo.

–Alondra, quiero hablar contigo – Me dijo Carmen seriamente – David, por favor ¿Nos puedes dejar solas?

Sí, lo aceptaba mi responsabilidad, la situación era directamente conmigo, estaba segura que la regañada seria épica, lo admito me había comportado como una chiquilla de cinco años.

–Madre, no veo la necesidad. Lo que quieras decirle a Alondra yo quiero estar presente. Ella es mi novia y lo que sea que vayas a decirle quiero saberlo yo – Intervino David –Por favor madre, sé de sobra que vas a regañarnos o a regañar a Alondra.

–David, no entiendo muchas cosas y por más que he tratado de entenderlos a ustedes y a la relación que llevan como si tuvieran mucha prisa por vivir de esa arrebatada manera. No me la están poniendo nada fácil y compruebo con tristeza que aunque yo dejé todo allá en Morelia para salir del problema de Petra, ahora desde que hemos llegado a Valle de Bravo, hemos venido a tener peores problemas aquí.

–Carmen, sé que vas a regañarme – Le dije directamente – Hazlo no me pienso oponer, mira no sé cómo te has enterado a la velocidad de la luz de lo que ha pasado allá y asumo todo lo que hice y dije y también asumo que tenía ganas de romperle los huevos y algo más a ese desgraciado.

No me pude aguantar y saque lo que me faltaba el coraje que había retenido, no me arrepentía de haberle hecho lo que le hice.

–Me enteré porque el abuelo de Lisa y su tía los vieron y me llamaron para decirme que ustedes dos estaban en un buen lío y además de eso que hasta la policía llegó al lugar – Carmen nos dijo enojada – Díganme ¿Cómo quieren que me sienta? De que hemos huido de los problemas de Morelia y me atrevo a decir que aquí hemos estado peor. Ya la gente los reconoce, tú por ser mi hijo y Alondra porque ya saben que es tu novia.

Entre David y yo habíamos hecho enojar a Carmen y eso era difícil ya que ella siempre trataba de mantener la calma en todo momento. La verdad no se la estábamos poniendo fácil, estábamos causando más caos de lo que deberíamos.

–Madre, sé que eso que pasó allá en el pueblo ha estado demasiado mal pero es que ese tipo empezó queriendo darse sus aires del dueño del lugar cuando no es más que un empleado come cuando hay – Dijo David enojado – Alondra solo se defendió y además yo le pedí lo justo hablar con el encargado o su jefe directo alguien capacitado para resolver problemas y lo cual pasó de todas formas.

–Lo siento mucho David, pero todo esto me pone a pensar demasiadas cosas. Su comportamiento de los dos deja mucho que desear. No veo madurez en ninguno y eso muy triste y lamentable. Cuando yo tenía su edad ya era una mujer hecha y derecha y ustedes están peor que los niños que van a la primaria. Ya maduren por favor.

–Carmen por favor, no la tomes contra David –Le pedí yo – Esta vez toda la culpa ha sido mía y no me justificaré, no tengo justificación pero me dio coraje que ese tipo además de todo lo que nos hizo y de que no somos iguales se puso a burlarse de mí y de mí no ha nacido nadie que ose a burlarse.

–Así es madre, el empleado ese no se puede medir a iguales con los clientes. Te apuesto a que si ha sabido que mi madre eres tú Carmen Ramírez no me habría dado ese trato, pero claro que dan malos tratos porque no les alcanzo para comprar algo de educación para tratarnos a nosotros, a la realeza y a unas de las familias que tenemos más dinero no sólo en Valle de Bravo en México y yo también lo tengo por parte de mi padre. Mi doble alcurnia – Se jactó David con orgullo – Esa gente lo único que nos puede dar es lástima que tienen que andar en esos trabajitos pobres y se ponen a discutir con dos chicos Tec.

–Sí Carmen, eso es nefasto. Hasta entre los perros existen razas, hasta entre los vinos existen categorías. Ese infeliz se puso contra dos estudiantes de una de las escuelas más importantes no sólo de México sino a nivel internacional – Dije apoyando a David.

Carmen se quedó callada y estaba visiblemente molesta por lo poco que se podía ver. Estaba enojada y lo peor de todo es que al parecer ese enojo era contra mí y contra David. Nos quedamos en ese silencio incómodo cuando ella nos reprendió a ambos como nadie lo había hecho.

– ¿Saben qué? Ya me tienen harta los dos, me han colmado la paciencia de una forma que ni yo creí que algún día ningún ser humano pudiera colmarla – Nos dijo Carmen muy enojada – Dejen los dos de decir estupideces. Ante los ojos de Dios padre todos somos iguales y en este país también y todo ser humano venga de donde venga sin importar su clase social merece un respeto. Que ustedes dos tengan las posibilidades de estudiar y no en cualquier escuela sino como ya lo han dicho en una escuela muy importante, reconocida y de gran nivel académico no les da aun así ningún derecho de sentirse más que los demás. 

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora