Capítulo 55.-

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Narra Alondra Ferreyra

Los días que seguimos estando en la ciudad antes de irnos a Valle de Bravo, David y yo nos dedicamos a hacer lo de nuestra escuela y por las tardes a hacer tareas y a estar en casa con Carmen, no queríamos exponernos más tiempo fuera de la casa del necesario, continuábamos con la rutina, que era necesaria. 

El último día que fuimos al Tec, David tuvo examen sorpresa por lo que Carmen pasó por mí al Tec y me fui con ella un rato a su negocio para que David estuviera tranquilo sabiendo que yo no estaba sola, pues no me arriesgaría a que Petra volviera al Tec y al verme sola, cometiera lo de la vez anterior, pues ya nadie la pararía.

–Alondra hija ¿Estás bien? – Me preguntó Carmen – Espero que no te moleste estar conmigo aquí un rato en el negocio.

Al verme tan pensativa, Carmen se preocupó, la verdad este cambio traería sin sabores a mi vida, era algo que no había hecho antes, pero aun así, sabía que era necesario hacerlo, para evitar cosas más graves.

–Me ha ido bien Carmen, gracias por tu interés. Es sólo que me duele tener que dejar de ir al Tec, dejar de ver a mis amigos por todo lo que está pasando.

Yo era un ser libre y ahora me sentía encerrada y alejada de los seres que más quería y también del ambiente del Tec, algo que nunca había pasado por mi mente era dejar todo, aunque no iba a perder mi oportunidad de seguir estudiando, todo por lo que había luchado no se podía quedar varado en el camino.

–Esto será solo una mala racha de la que después nos estaremos riendo, pero por ahora es mejor tomar precauciones. Esa señora es de mala entraña y no me arriesgaré a que les haga daño a David y a ti.

Eso no tenía que repetírmelo, por eso lo había aceptado, no podría vivir tranquila si algo le llegara a pasar a mi principe, aunque sabía que no era mi culpa lo que pasaba por la mente enferma de Petra, no permitiría que le hiciera algo, podía ser la que me trajera al mundo, pero no le pasaría una infamia así. 

–Tienes razón Carmen, mejor ya no hablemos de eso y dime ¿En qué te ayudo? No quiero estar aquí sin hacer nada.

Lo que teníamos que hacer era tratar de olvidar ese mal rato, dejar que esa señora se mordiera la lengua y se envenenara con su propia saliva, tratar de pensar lo menos posible en ella, para no invocarla, para que hiciera el mal por otro lado.

–Si por mi fuera te diría que te pongas a hacer tu tarea, pero como sé que no te estás quieta hija, ve a la parte de atrás por unos centros de mesa que tengo en una caja de cartón y me ayudas a ponerles unos listones y las flores.

Eso sonaba mucho mejor, necesitaba distraerme de todo, además no tenía cabeza para las tareas, cuando llegara David, nos pondríamos a ello, me gustaba todo lo que podíamos avanzar cuando estábamos juntos, la dinámica se hacía más atractiva y entre beso y beso, terminábamos los deberes a tiempo.

–Claro Carmen, ¿Me prestas la llave de allá atrás? Por favor.

–Está abierto hija.

Fui a la parte de atrás y localice al entrar los centros de mesa que me dijo Carmen, estaba por recoger la caja de la mesa dónde estaba para llevarla con Carmen cuando entró una llamada a mi celular, era de mi amigo Julio, contesté de inmediato.

–Alondra, te fuiste muy rápido ¿Ya estás con tu dueño? – Se burlaba mi amigo de mí – Yo creo que sí y por eso no me pelas tanto como antes.

–Claro que te pelo tonto. Es solo que salí rápido porque me vine con Carmen a su negocio ¿Cómo les fue con la tarea? 

–La tarea es un éxito gracias a ti. Sacamos 10 los tres, Luis Miguel, Javier y yo. 

–Menos mal que no les ha tocado pagarme gratis para que esté mal – Reí con mi amigo – Julio no hemos tenido tiempo de platicar mucho estos días pero quiero decirte que a partir del lunes no iré al Tec por un tiempo.

No quería dar mayor información entre menos gente supiera donde nos encontrábamos, mucho mejor, así no podía llegar a oídos de la señora esa.

–Alondra, no puedes dejar a medias la escuela o vas a perder la beca ¿A dónde vas a irte? Dime y te prometo que soy una tumba.

No estaba muy segura de decirle, era muy discreto, solo temía que no se le fuera a salir esa información, que en oídos equivocados provocara otro enfrentamiento.

–David y yo nos iremos con Carmen a Valle de Bravo una temporada y por el Tec no te preocupes que meteré todas mis materias en línea.

–Supongo ya saber porque lo harás, por tu madre ¿Cierto? Mi mamá me ha contado que se han complicado las cosas y que la ley no le hace nada.

–Exactamente y no quiero que le pase algo a David, pues la muy loca me ha amenazado con hacerle algo a mi chico y tampoco quiero que le haga nada a Carmen.

–No quisiera que te fueras. Nos dejas en el último año del bachillerato, podemos no graduarnos, somos unos inútiles y ¿Qué pasara con las tareas de todos?

–Eso no cambiará, yo seguiré haciendo la tarea de ustedes y de los demás clientes y se las mando por correo. No te preocupes en serio que no los pienso dejar solos.

–Alondra lamento mucho todo por lo que has pasado, pero esta será la primera vez que nos separamos tanto tiempo y ¿Qué pasará cuando tengamos exámenes?

–Los iré a presentar en vivo. Tranquilo que todo estará bien.

–Ya que han decidido irse pregúntale a Carmen si nos deja pasarnos por su casa antes de que se vayan para tomarnos unos tragos y podernos despedir.

–Claro que sí cuenta con eso amigo. Oye Julio te tengo que dejar, estoy ayudando con unas cosas a Carmen, pero nos hablamos más tarde ¿Va?

–Va, hasta al rato Alondra.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora