Narra Alondra Ferreyra
Andrés no pudo conseguir taxi, pues las filas eran interminables, pues nos íbamos a demorar más esperando, que si nos poníamos a caminar y así, decidimos todos volver caminando por el bosque, porque yo, no podía esperar más.
–Ya que me harán cruzar el bosque, vamos a cantar algo para animarnos – Propuso Andrés, ya bien borracho – Un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fueron a llamar a otro elefante, les toca seguir.
–No inventes Andrés – Se reía Lisa – Mejor vamos a apurar el paso, que estamos en medio del bosque y tenemos que llegar a casa de David, para que este par se reconcilie.
Lo veía difícil, pero lo más urgente, era poder llegar sanos y salvos, no me gustaba estar caminando, sin saber hacia dónde iba.
–Espero que sea así, algo dentro de mí me dice que David no me perdonará y es lo que más me temo y me da miedo – Les confesé – Creo que él no es una persona, que perdone con facilidad.
–En eso tienes razón Alondra – Dijo Andrés – David, es alguien difícil y orgulloso, pero si él te ama como Lisa y yo sabemos que te ama, él te va a comprender y a perdonar, además no es para tanto, es un beso, no te acostaste con él.
Pero estaba segura que eso pensó él, que nos habíamos acostado o que estuvimos a punto de hacerlo, porque ahora me ponía en su lugar, no era fácil ver a tu novio besándose de esa forma con otra mujer, eso me quedaba claro.
–Exactamente Alondra, además es un beso a un famoso y de ahí no pasó. Sí David se pone idiota, me llamas y lo aplaco. No sé, porque está en ese plan – Dijo Lisa – Pero lo que dice Andrés es cierto, él te ama como no lo vimos jamás, amar a ninguna chica.
–¿Ni a Dolores? A ella supe que la quiso mucho e incluso Carmen no la quería, pero él sí no la dejaba – Dije con mis inseguridades.
Todos nos quedamos petrificados cuando vimos una figura tenebrosa acercarse a nosotros por el bosque, quisimos correr en sentido contrario, pero nos fallaron los reflejos o no sé qué, que ninguno nos movimos del lugar y del momento hasta que vimos que, se trataba de Carmen.
–Buenas noches jóvenes – Nos saludó Carmen – No sé ¿Cómo se les ha ocurrido venirse por el bosque a estas horas de la madrugada? Alondra, vamos a la cabaña y ustedes se van directo a sus casas.
–Nos vemos Alondra – Se despidieron Lisa y Andrés – Mucha suerte y buenas noches Carmen.
–Nos vemos chicos – Les dije desanimada.
–Buenas noches – Les dijo Carmen.
Nos fuimos Carmen y yo caminando el resto del camino que nos faltaba para llegar a la cabaña, ella no me decía nada y eso era una mala señal, yo pensé en decir algo, pero no me podía animar a hacerlo hasta la cabeza me comenzó a doler, no sabía qué hacer en aquel momento. Apenas llegamos a la cabaña y entramos y ella me miró muy decepcionada, supe entonces que, había llegado el momento de hablar.
–Carmen, sé que no tengo justificación y te pido por favor que me perdones – Le pedí – Por favor, no quiero que estés enojada conmigo, cometí un grave error, pero no vuelve a pasar. Te lo juro.
–Alondra, yo no tengo nada que perdonarte, pero David, está mal y muy herido desde hace rato que llegó y me sorprende después de ver el amor que ustedes se tienen, que te hayas quedado en el evento sin él y que hayas hecho lo que hiciste. Yo también fui joven y tuve debilidad por un artista, pero hasta ahí y sé que tú eres muy joven y ves todo fácil, pero debes aprender Alondra, que todo tiene consecuencias.
–Eso lo sé Carmen y quiero hablar con él – Dije llorando – Por favor.
En eso vi a David bajar las escaleras y mirarme con enojo, con desprecio y hasta con odio. Yo no podía creer lo que estaba viendo en su rostro, en aquél momento. Me miraba como si no fuera nadie, como si yo no fuera nada para él.
–David, mi amor por favor perdóname – Me acerqué a él – He sido una estúpida y te ruego que me disculpes, solo a ti te amo.
–Sí lo fuiste Alondra y veo que disfrutaste no solo de besarte con él, también te quedaste a gozar de la noche con Lisa y con Andrés y hasta traes aliento alcohólico y hueles a puro cigarro, eres el colmo. Nunca esperé esto de ti, estoy decepcionado y ya no quiero verte más, vete – Me dijo David muy enojado – Vete de mí vista, no quiero verte ya.
Todo esto me lo dijo con mucha rabia, podía ver como sus ojos se ponían más grises del puro coraje, estaba demasiado enojado y nunca lo habia visto así, no me gustaba como me miraba, con odio.
–David, no le puedes pedir que se vaya – Intervino Carmen – Vamos a dormir y mañana hablan de esto, no es la hora ni el momento para estás cosas, es de madrugada y yo estoy cansada. Vamos a subir a dormir.
–Está bien madre, ¿Puedes preparar otra recámara, por favor? Yo no pienso dormir con esta infiel de Alondra, no quiero estar cerca de ella y ya saqué todas sus cosas de mi recámara, están tiradas en el pasillo.
–Si hijo, yo la preparo, pero insisto que no es la manera, no sean tontos los dos y valoren lo que tienen. Vayan a dormir y hablen mañana – Dijo Carmen.
–He dicho que no madre y no es no – Dije muy furioso – No pienso dormir con esta infiel y desgraciada mujer. Alondra, hoy dejaste de ser mi consentida.
No podía creer que me estuviera diciendo esto, fui una tonta, en no insistirle a Andrés y a Lisa que me trajeran, lo vi tan fácil y me dejé convencer, me habia quedado y ese había sido el límite de David, me estaba dejando, me estaba insultando y ya había sacado mis cosas de su recamara.
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Mi Consentida
RomanceAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...