Narra David De María
Me desesperaba ver la lentitud, con que trabajaba este hombre, mejor hubiéramos buscado a otra persona, veía que no se avanzaba en nada.
–Axel, necesito ver a Alondra – Demandé con autoridad – Por favor, llévame con ella, porque me urge verla. – Le exigí. – Si eres muy bueno consígueme eso, tengo todo el dinero que se necesita.
–Lo siento mucho David, pero el único autorizado, para pasar a verla soy yo – Respondió muy creído – Por ser su abogado.
Me cayeron sus palabras como un gancho al hígado, que se creía, ¿cómo qué era el único que la podía ver?
–Puedo pagar lo que sea por verla, Axel y necesito, que me digas ¿Cuánto va a ser de su fianza? – Pregunté alterado – No voy a permitir, que otro pague.
–David, yo ya me hice cargo de pagar la fianza. Todo saldrá bien, ahorita entraré a verla para avisarle, que mañana a primera hora, ella saldrá en libertad – Nos informó Axel – No sé, si quieras, que le diga algo de tu parte.
–No, solo quiero que me dejes ver a mi novia, joder – Exclamé enojado – No puede ser, que a pesar, que quiero pagar por verla, tú no hagas nada, para que eso suceda ¿Qué te pasa Axel?, ¿Acaso tú te sientes él único, que tiene derecho de verla? Estás loco y dime de una vez, en este puto momento, cuanto es lo de la fianza, que yo te la voy a pagar.
–No tienes que pagarme nada, porque ella es mi amiga y yo la quiero. – Me dijo el abogaducho.
Julio, Javier y mi madre, me fulminaban con la mirada, por la forma en la que me puse con Axel, es cierto que él no tenía la culpa, pero la desesperación y las ganas de ver a mi novia, me estaban matando y yo sólo quería verla, no era mucho pedir, pero para él, tal parecía que sí lo era y eso me enfurecía. Axel me ignoró totalmente, lo que terminó por ponerme peor.
–David, vayan afuera por favor – Me pidió mi madre – Ya nos ha dicho el abogado que, hasta mañana saldrá Alondra. Tenemos que respetar eso, por favor y yo tengo, que tratar un asunto con él.
–Pero madre, yo…
–Nada, hagan caso, por favor y ahora estoy con ustedes, para irnos todos a casa – Finalizó mi madre.
–Sí, Carmen – Dijeron Julio y Javier.
Yo no dije nada, salí furioso de ahí sin despedirme de Axel, sin decirle nada, estaba bien enojado con él y con que él, se sentía el dueño de Alondra. La situación, estaba pudiendo más que yo, no me dejó ni pagar la fianza, pero eso sí que mañana, no se le fuera a ocurrir decir que no viniera por mi novia pues eso no se lo iba a permitir ¿Quién rayos se creía, que era? El novio de Alondra soy yo, no él.
–David, nosotros ya nos retiramos – Dijo Javier – Espero, no tarde mucho Carmen en salir, para que vayan a descansar y no te preocupes por Alondra, ella estará bien.
–Sí David, tú debes de estar muy tranquilo – Dijo Julio – Ella siempre ha estado muy protegida por Axel y él se encargará, que pase una noche, lo mejor que se pueda dentro.
Cómo se iban a tan tranquilos, de que Alondra se quedara encerrada por una noche aquí, y todavía dándole la razón al abogado ese, no sabía que era lo que pretendía, pues me daba la impresión de que estaba esperando a que me fuera, para sacarla y llevársela.
–Todos están ciegos ante el tal Axel, eso me molesta demasiado. Todos piensan que él, es el súper héroe de Alondra y yo ¿Qué soy entonces? Me lleva la que me trajo – Vociferé furioso – Y sí, mejor váyanse, que no me siento nada bien y no me están ayudando en nada.
No sé que le veía a este metiche, de Axel, de seguro si puedo entrar a verla y me está cerrando las puertas. Porque él se siente dueño de ella y puede decidir quién entra a verla y quién no, como si fuera el encargado de la delegación.
–Buenas noches, David – Dijeron ambos.
Ellos se retiraron y mi madre salió poco tiempo después, sin decir palabra. Nos subimos al auto y ya de camino a nuestra casa yo, volví a estallar de coraje. No se vale que Axel, me robara cámara con mi novia y que se diera atribuciones, que no le correspondían, pero que ni creyera, que mañana lo dejaría a él ir por mi novia a solas, eso nunca.
–Madre, dime ¿Qué hablaste con Axel? Espero que, a ti, no te negara ver a Alondra, ya viste que a mí me odia, desde que lo puse en su lugar en Valle de Bravo – Dije molesto – Creo que no puede con sus verdades.
Estaba enojado y mucho, porque este hombre hace todo lo contrario, como si me estuviera castigando, por lo que había sucedido el día que fue por Alondra. Pero yo le podía dar todo lo que me pidiera, para que me dejara verla.
–Cállate hijo – Mi madre me pidió silencio – Estoy molesta contigo, ya te he dicho que no debes expresarte así de la gente y para que lo sepas, de no ser por ese abogado, no sabemos que pudo pasar con Alondra, ya me dijo todo y en qué plan se puso Lola y su familia y de eso solo tú, eres el único culpable.
Ahora ella se estaba poniendo de parte del abogado, yo no valía nada en esto, cómo si no estuviera aquí casi rogándole, para poder pasar.
–No pienso discutir contigo madre, de una vez te aviso que mañana, yo no me pienso presentar al Tec, vendré a la hora que salga mi novia, tengo que hablar con ella – Dije alterado – No permitiré que Axel sea quién la recoja y se la lleve no sé a dónde.
Porque él, iba a poner de pretexto, que yo no iba a poder pasar a recogerla, para llevársela y que yo no la pueda ver, estaba muy equivocado, no se lo iba a permitir. Él no sabía, con quién estaba tratando.
–Tú te callas ya, David De María Ramírez, irás al Tec y ya por la tarde, la verás. Ya me tienes cansada con tus actitudes y si no me haces caso yo misma, le llamaré a Manuel ahorita, para decirle lo que ha pasado. Axel, me ha pedido, que le llamara a Manuel, para decirle que Alondra está con nosotros, para que no se preocupe por ella, pero tú todo lo ves mal, por tus celos tontos. Ahora, ya no me hables – Mi madre me exigió.
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Mi Consentida
RomanceAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...