Capítulo 65.-

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Narra David de María

El domingo me desperté muy tarde, apenas comenzaba a abrir los ojos cuando noté que Alondra no se encontraba a mi lado, lo que causó que los abriera de golpe. Me levanté de la cama y bajé a buscarla pero ella no estaba por ningún lado, me desesperé. Me senté en la sala y me disponía a llamarla al móvil cuando encontré un recado de mi madre que se habían ido juntas al club. 

Subí a la recámara como flecha, para preparar mis cosas y rápidamente ya estaba listo para irme al club para alcanzar a mi madre y a Alondra. No entiendo por qué no me levantaron, yo soy de fácil despertar. Tomé las llaves de auto y me dirigí hacia allá. Al llegar al club, estaba por hacer una llamada, cuando me encontré con una de las amigas de mi madre del casino. La señora, Fina Morgan.

–Hola David, ¿Cómo estás? – Me saludó y abrazó Fina – Acabo de ver a tu madre hace un rato, pero a ti se te han pegado las cobijas.

Ok, creo que por eso no me pudieron despertar, ahora fue mi turno de quedarme dormido como una piedra. Solo que no podía decir eso ni en voz alta, ni delante de Alondra, porque para mí era una tarea bastante dura todos los días el poder despertarla. Era casi imposible hacerle reaccionar.

–Hola Fina, bien gracias y a ti, no te pregunto cómo estás, te ves muy bien – Respondí – Tenía mucho sin verte, ya casi no vas a la casa.

No quería ser adulador, simplemente era porque la señora se cuidaba, al igual que mi madre, se veían muy bien conservadas, sus trucos de belleza que daban buenos resultados, lo sé porque mi madre gasta un dineral en las mejores marcas. Pero pienso que lo valían.

–No ya casi no David, nos vamos mejor al casino con tu madre pero ya habrá tiempo de convivir. Tú madre me dijo que irán una temporada a Valle de Bravo y yo paso algunos meses al año por allá también, así que supongo que nos veremos.

–Claro Fina, nos encantará verte allá en Valle. A todos nos viene bien un cambio de aires, ¿Dónde es que has visto a mi madre? Pensaba llamarle, para no tener que recorrer todo el club buscándola.

–Está en el área de la alberca con una chica muy hermosa y escultural, que por cierto ya supe que se trata de tu novia, con razón ya no te apareces con tu madre en el casino.

Mi tiempo se lo quería dar solo a mí adorada novia, ya no era necesario ir a ningún lado si la tenía a ella. Alondra completaba mi mundo, la consideraba una parte vital de mi existencia.

–Sí Fina, ella es Alondra mi novia. Espero que se hayan caído bien, también va a Valle con nosotros.

Solo esperaba que Fina no conociera a Petra, fue demasiado tarde cuando reaccioné ya le había dicho toda la información o le diría a madre que la pusiera sobre aviso y no fuera a decir nada del viaje, con Petra, lo menos posible que supiera donde estábamos. No podíamos dejar un rastro que pudiera seguir.

–Está mil veces mejor que la mujer espantosa que tenías por novia. No sé qué le viste a esa tipa, que además destilaba mugre y no pertenecía a la gente de clase como nosotros. 

–Ya ves Fina, uno comete demasiados errores pero lo bueno es que ya no estoy con ella. Ahora si me disculpas te dejo, voy a ir a alcanzar a mi madre y a mi novia. Me dio mucho gusto saludarte y que estés muy bien.

–Te doy un consejo, David, ya sé que no me lo pediste, a esa chica no la dejes ir, es muy tierna y linda, cuídala.

–Muchas gracias, Fina, que te vaya bien.

–Igualmente David, cuídate mucho y nos vemos por allá en Valle de Bravo – Se despidió Fina con una sonrisa en los labios.

Fina Morgan, era todo un personaje una de las mejores amigas y compañeras de casino de mi madre, era una mujer que heredó millones al morir su esposo y no le alcanzaría ni el tiempo ni la vida para gastarlos en casinos, ropa de diseñador, autos, yates y viajes. Todo un personaje la señora quién tampoco quería a Dolores por no ser “una mujer de clase”. Eso ya no tenían que recordármelo, bastante caro estoy pagando el precio por haber estado con ella.

Fui al vestidor a dejar mis cosas y a ponerme el traje de baño para alcanzar a mi madre y a Alondra en el área de la alberca. El clima estaba bueno para estar acostados en las sillas tomando unas bebidas refrescantes.

Cuando llegué al área de la alberca, me sorprendí al encontrarlas platicando con un amigo de mi madre, su esposa y su hijo quién claramente se veía que se le iban los ojos al ver a mi novia que estaba usando un traje de baño de mi madre de cuando era joven, un bikini negro liso que dejaba ver su hermoso cuerpo. En ese momento los celos me mataron, llegué a dónde estaban y atraje hacía mí a Alondra para besarla marcando mi territorio, dejando a todos impactados.

–Buenas tardes a todos – Saludé después del espectáculo que hice – Espero la sigan pasando bien.

Al parecer me excedí ya que, los ojos de mi madre me taladraron la piel, sé que en cuanto llegáramos a casa la regañada iba a ser grande, pero ni modo ahora tenía que hacer valer mi lugar, no dejaría que ese patán la viera con ojos de lujuria.

–Buenas tardes hijo, les estaba dando a los Velázquez consejos sobre el casino. Hoy es la primera vez que van a ir – Mi madre estaba avergonzada o no estaría dándome ninguna explicación de nada.

–Está bien madre, sigan en lo suyo. Yo me voy a robar un rato a mi novia – Tomé de la mano a Alondra y nos alejamos de ahí.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora