Narra David de María
Después de que, me salí a perderme en la inmensidad del bosque por un rato, ya que realmente lo necesitaba para calmarme, despejarme y para estar lo más tranquilo posible para cuando se diera la discusión con Alondra, pues eso era seguro de que se daría, se daría. Ella no se iba a quedar tranquila después de saberlo todo y sé que ella tenía razón, por eso antes de confrontarla tuve que salir y tranquilizarme. Era lo mejor, para ella, para mí, para todos.
Regresé a la casa y no las encontré ni a ella ni a mi madre, debieron salir juntas a algún lugar porque Alondra no conocía Valle de Bravo y aunque era muy aventurera, no la creía capaz de salirse sola a ningún lado. Me senté en la sala y llamé al móvil de mi madre pero no tuve respuesta, después llamé al móvil de Alondra y tampoco tuve respuesta. Lo único que con más razón podía asegurar ya que ninguna me respondía el móvil es que estaban juntas, era lo único seguro. Me senté a ver televisión y me sorprendió la llamada de Lisa, una de mis amigas de ahí de Valle de Bravo.
–Hola David, ¿Cómo andas? – Me preguntó Lisa – Quisiera verte, bueno Andrés quiere verte. Ya regresó de viaje y le interesa que nos veamos los 4. Dice que le da mucha curiosidad conocer a tú nueva chica.
Bueno eso será en otro momento, mis mujeres estaban enojadas conmigo y no creía que Alondra quisiera estar en compañía de los que conocían a Lola, muy consiente estaba yo de ello. Por otro lado ella era muy introvertida y necesitaría pasar un tiempo, para que pudiera conocerlos y empezar a interactuar con ellos.
–Hola Lisa, estoy de hecho más mal que bien ¿Ustedes cómo están? Que gusto que ya estés con Andrés y de Alondra, no te puedo decir mucho por ahora. Tenemos poco tiempo de andar juntos, pero la amo.
Que les quedara claro que esa era mi chica, con la que había soñado y que aunque lleváramos poco tiempo de conocernos, la amaba por sobre todas las cosas, no la cambiaría por nada ni por nadie, mi Alondra lo era todo para mí.
–Eso pensé de ti y Dolores, pero bueno ¿De dónde ha salido esta chica nueva tuya? – Mi amiga sonaba muy intrigada – Justamente le estoy diciendo a Andrés que tu chica es bastante huraña y tiene complejo de ser de la realeza, ¿Es hija de algún noble acaso?
No era hija de ningún noble y me gustaba mucho más por eso, no se le veía ningún complejo de nobleza, como no la conocía, pensaba que su reacción había sido producto de su linaje, pero si ella quisiera y las cosas llegaban hasta las ultimas consecuencias, con gusto lo sería.
–Lisa, te pido por favor que no te burles y que si tanto quieres que salgamos los 4, eso solo pasará si tanto tú como Andrés le dan una oportunidad real de conocer a Alondra, de lo contrario lamento decirlo pero no saldríamos con ustedes. No saben mucho de ella y reconozco que no es la persona más fácil de tratar de éste mundo, pero ella es la chica que amo y les pido respeto.
Lisa se quedó en silencio del otro lado de la línea, no supe en aquél momento si le molestó lo que le dije, pero las cosas claras eran siempre lo mejor. Yo amaba a Alondra y ellos eran mis amigos, Lisa y Andrés por lo mismo, tenían que respetar a mi pareja y si no eran capaces de hacerlo, era mejor evitar los problemas antes de que se dieran. Conociendo a Alondra les lanzaría una patada voladora que los aventaría al centro del lago directo.
–David, siento mucho el burlarme – Se disculpó Lisa – Es solo que me extrañó mucho que dejaras a Dolores por esta muchacha.
Creo que no alcanzó mucho a conocer a Lola, o solo quiso que vieran un lado de ella que solo mostraba para ser aceptada, entre Lola y Alondra no había punto de comparación, mi chica era natural y se mostraba tal como era, no andaba escondiendo nada a la gente y si la veían de mal humor no le importaba como lo tomaran los demás. A Alondra había que aceptarla tal y como era y yo, así la amaba.
–Las cosas son como son Lisa, yo tampoco pensé que andarías con Andrés y es con quién estás y es mejor así, respetarnos ambos con nuestras respectivas parejas ¿No lo crees?
–Sí David, oye te hablaba para el plan de salir, nuevamente te lo pregunto ¿Cuándo podrían ustedes? Pensábamos con Andrés hacer una acampada nocturna y una fogata o algo, claro en caso de que ustedes quieran ir a la aventura.
–A mi Alondra le encanta la aventura, por mi parte sabes de sobra que no es algo que me encante pero tan pronto hable con ella y nos pongamos de acuerdo yo les llamo, ¿Estás en la panadería?
–Sí yo sí, Andrés vino de rápido a darme unas cosas pero dice que si no estás ocupado y estás de humor de hablar con alguien, que te invita una tarde de chicos, que vayas a su casa y se tomen algo y hablen de “cosas de hombres” –Me dijo Lisa burlándose – Yo salgo hasta la noche de la panadería y luego tengo que ir con mis tíos a ayudarles con la cena del cumpleaños de mi abuela. Ya sabes, cosas familiares.
–Claro, dile a Andrés que paso en un rato a su casa y que se compre algo bueno de tomar, que yo llevaré también unas bebidas.
–Nos vemos David, luego me cuentan cómo les va.
–Nos vemos Lisa, que te sea leve tu tarde de trabajo.
Subí a cambiarme de ropa para verme más presentable y me salí a la casa de mi amigo. Su casa afortunadamente quedaba cerca de la mía caminando por el bosque. Me llevé unas botellas de vino y me fui para allá, lo que menos quería era estar solo esperando a que mi madre y Alondra se aparecieran, a esas alturas del día, no sabía dónde se habían metido.
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Mi Consentida
RomanceAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...