Capítulo 141.-

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Narra David De María

Pasamos unos días tranquilos en la cabaña, mientras se recuperaba mi hermosa Alondra, hasta que un día, estando haciendo las tareas del Tec, recibimos una visita. Nos venía a avisar mi madre, nosotros casi nunca abríamos la puerta de entrada, por obvias razones, si en algún momento llegase a venir de nuevo Petra.
–David, Alondra afuera está Lisa – Nos avisó mi madre – No sé si ustedes le han dicho que venga, si la puedan y la quieran recibir.
Era lo bueno que tenía mi madre, no dejaba pasar a nadie si no le habíamos avisado de que vendrían a visitarnos, en este caso mi respuesta era negativa.
–Yo por mí no la recibo – Respondí enojado – Ella causó todo lo que le pasó a Alondra.
No la iba a recibir, era una persona mal intencionada, porque bien se habia dado cuenta de que Alondra no lo sabía, desde que Andrés había hecho la primera mención.
–Eso no es cierto David – Saltó Alondra a defenderla – Deberíamos de recibirla.
–Está bien madre, dile a Lisa que pase – Dije más por compromiso que por gusto.
–Ahora mismo le digo que pase – Dijo mi madre – Te pido que seas amable, por favor hijo.
–Sí madre. – Me advirtió.
Volteé a ver a Alondra, quién al parecer se puso feliz de saber que teníamos visita y de inmediato cerró su ordenador y se puso de pie, para recibir a Lisa, yo aún sin ganas hice lo mismo. Pensé que ella misma, no tendría ganas de recibirla.
–Hola chicos – Nos saludó Lisa – Andan muy perdidos, ya no nos han llamado a mí ni a Andrés, hasta pensamos, que se habían regresado ya a Morelia.
–Hola Lisa – Respondí yo – No aún no nos regresamos, hasta la semana próxima.
–Está bien, eso es perfecto porque vengo a invitarlos a un evento, que habrá esta tarde en la explanada del pueblo.
–Hola Lisa – Alondra la saludó – Que bueno que vienes, ¿De qué es el evento?
Lisa nos mostró un promocional que traía en su celular, era de un cantante que yo no conocía, era del genero regional mexicano y al parecer Alondra sí que lo conocía, pues en cuanto Lisa dijo, que el tío de ella y otro empresario iban a traerlo hoy por la tarde, se puso como loca a pegar de saltos con Lisa. Estaba como si no hubiera pasado nada con lo de la depresión, estaba feliz y contenta.
–No sé si quieran venir conmigo – Dijo Lisa – Vine a invitarlos porque Andrés y yo, vamos a ir y se va a poner mucho muy bien.
–No, no iremos Lisa. Tenemos mucha tarea – Me adelanté a decir – Además Alondra no se ha sentido muy bien. – Era la verdad.
–Entiendo, chicos, bueno si se animan a ir me llaman y vengo por ustedes. Tengo hasta pases Vip, para que podamos conocerlo –Dijo Lisa emocionada – Me encantaría que nos acompañaran, pero bueno ya está en ustedes.
Creo que estando Alondra así, no era conveniente que saliéramos, además la había pasado muy mal en el hospital y no quería que se pusiera mal, por salir antes de tiempo.
–David mi amor – Me pidió Alondra – Por favor vamos, me encanta ese chico. Por favor, por favor o si no quieres ir tú, déjame ir a mí por favor.
Me dijo mi princesa, como si yo le tuviera que dar permiso para algo, yo no era nadie para prohibirle ir, solo habia dado por hecho que no iríamos por cómo se encontraba. 
–Alondra hermosa, mi amor. No tienes que rogarme por nada – La abracé – Yo no sabía ni de la existencia de ese artista, pero si quieres ir vamos.
–Gracias amor, muchas gracias – Dijo mi chica – Te amo David, gracias, mi cielo.
–Por nada mi princesa – La seguí abrazando – Lisa ¿A qué hora será eso?
Dije muy a mi pesar, pero si Alondra ya se sentía mejor, no había porque negarse, miré a mi madre y me hizo una señal de acertamiento.
–Yo vengo por ustedes en un rato y de aquí, nos vamos todos juntos ¿Qué les parece? Para que podamos convivir con él un rato antes de su presentación.
–Me parece bien Lisa, te esperamos aquí entonces – Dije muy serio – Nos vemos más tarde.
–Sí hasta más tarde, chicos – Se despidió Lisa.
Al irse Lisa, ya no le dije nada a Alondra y menos porque ahí estaba mi madre. No quería tener más problemas con Alondra y menos por cómo se había puesto de salud, solo esperaba que en dicho evento, no fuera a haber demasiada gente, porque a mí no me gustan las multitudes, ni nada que se le parezca, pero ya veríamos llegada la hora, como nos tocaba esa situación.
Nos pusimos a terminar lo que teníamos pendiente del Tec, Alondra y yo, que no era mucho en realidad y después mi madre nos hizo de comer y comimos los tres sin dejar de hacer los deberes. Más tarde nos subimos a cambiar a arreglar.
Alondra se puso hermosa con una minifalda de mezclilla y sus zapatos tenis se veía guapísima y su chamarra de mezclilla y una blusa de tirantes, pero al instante me invadieron los celos, pensando que allá seguramente habría muchos hombres y no quería que vieran así, a la mujer de mi vida.
–Alondra, mi amor creo que no es bueno que lleves esa ropa. Deberías de ponerte un pantalón – Le sugerí – Te ves preciosa, pero habrá hombres allá.
–David, no pasa nada es solo una minifalda y ya equis. No te pongas así y te ves muy guapo.
–Está bien, como quieras mi princesa – Dije dándome por vencido.
–Gracias mi amor, debemos de bajar para esperar a Lisa no sé a qué horas vaya a llegar.
–Sí, vamos a bajar a esperarla.
Bajamos a la sala y estuvimos ahí abrazándonos y consintiéndonos un rato hasta que, llegó Lisa por nosotros.
–Hola chicos, que bueno que ya estén listos ¿Nos vamos? – Nos dijo Lisa – Es que dijo mi tío, que ya hay mucha gente, ahí reunida y apenas nos da tiempo para convivir con él.

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