Capítulo 113.-

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Narra David de María

Alondra se quedó mirando muy sorprendida todo lo que había en la sala de cine de la cabaña, la tomé de la mano y entramos juntos, le di un pequeño beso en la boca y después puse la película. Veríamos Búsqueda Implacable, una buena película de acción, ya que la puse y empezó a correr la película, todos tomamos refrescos y palomitas. 

Yo me senté al lado de mi princesa y le daba palomitas con mi mano, que ella me quitaba enseguida, haciéndome reír con ganas, luego en ratos mientras transcurría la película, me limitaba a tomarla de la mano para besarla, mi princesa estaba muy entretenida, estaba concentrada, en todo lo que sucedía en la película, yo seguía acariciando su mano y así de cuando en cuando, hasta que la terminamos de ver. 

–Chicos, no me gustan mucho las de acción – Dijo Lisa – Pero debo reconocer que ésta, ha estado buena.

Era una película que te enganchaba desde el primer episodio y te mantenía atento hasta el final. Era muy difícil que no le gustara a la gente.

–Sí está muy buena tiene buen reparto y la trama es espectacular – Dijo Andrés – Así que Alondra, eres de las mías.

Alondra era multifacética, pues se veía muy tierna pero a la hora de la verdad, sacaba todo su potencial y dejaba boquiabierto a más de dos. Se podía pensar, que solo le gustarían las películas románticas.

–Sí, me gustan mucho todo éste tipo de películas – Le dijo mi novia a Andrés – No me gustan las tramas comerciales, ni románticas.

–Lo que es lo contrario a lo que se ve, ustedes dos están bastante enamorados –Nos dijo Lisa – Debo admitir que aunque echaba de menos a Lola, tú chica es preciosa y me ha caído bien.

La mención de Lola era algo que no se podía hablar delante de mi novia, esperaba que no fuera a enojarse por eso.

–Mi chica es la mejor novia y mujer del mundo – Dije muy enamorado – Por eso amo a mi Alondra y ella es la indicada, se los aseguro.

–Que gusto que la hayas encontrado – Dijo Andrés – Perdonen por venir y espero que entre Carmen y tú todo esté bien amigo. Yo no pude contener la curiosidad, de conocer a la mujer que le robó el corazón a nuestro amigo español.

–No hay problema – Respondí – Mi madre y yo estamos bien ¿Quieren ver otra película?

Lisa y Andrés voltearon a verse el uno al otro y después como si se pusieran de acuerdo, voltearon a vernos a Alondra y a mí con determinación.

–No David, muchísimas gracias – Respondió Andrés – No queremos causarte problemas con Carmen, en absoluto.

Sé a lo que se refería, pues nosotros teníamos prohibido tomar con ellos, bueno en especial con Andrés, por lo que de seguro ellos si iban a tener su fiesta privada.

–Sí David, nos la hemos pasado bien. Hemos compartido y Andrés ya tuvo el gusto de conocer a tu princesa – Dijo Lisa refiriéndose a Alondra – Más bien vamos a quedar, para ir a dar un paseo en cuatrimoto ¿Qué dicen?

–A mí eso de las motos, no me gusta mucho – Dije sinceramente – Prefiero algo, más tranquilo.

–Pues yo sí que me apunto – Dijo Alondra – Tú investiga, cuando es eso Lisa y vamos.

–De acuerdo, sí tu chica ya acepto David no te quedará otra, más que ir – Me dijo Andrés –Recuerda que ellas siempre, son quienes mandan.

–Está bien, vamos los acompaño a la puerta.

Alondra y yo salimos a la puerta a acompañar a nuestros invitados y después, nos metimos a la cabaña. Mi madre estaba haciendo cuentas en la sala y nuevamente, no supimos Alondra y yo, cuando se había retirado Fina, así que nos sentamos con mi madre en la sala.

–Madre, te hacíamos ya dormida o aún con Fina – Le dije a mi madre – Te ves rara ¿Pasa algo?

–No hijo, estoy haciendo unas cuentas, aún no me da sueño. Ustedes ¿Todo bien con tus amigos? – Nos preguntó mi madre – Los vi que se fueron, pero ellos no me vieron a mí.

–Sí madre todo bien y ya te has podido dar cuenta, que no bebí alcohol a pesar, de que estuve con el borracho. 

–Qué bueno hijo que ya te estés aprendiendo a comportar. Pero ya vayan a dormir, Alondra se está quedando dormida aquí en el sillón.

Volteé a ver a mi hermosa princesa y estaba ya más dormida que despierta. Le di un beso en la mano y varios en sus mejillas para que pudiera despertar bien y después cuando ya se despertó le di un beso más apasionado, sin importar que mi madre estuviera presente.

–Muñequita hermosa, te amo. Vamos a subir a que descanses, te estabas durmiendo.

–David, ¿Y Carmen? – Preguntó mi novia.

–Aquí estoy Alondra – Respondió mi madre – Vayan a dormir, necesitan descansar.

–Buenas noches Carmen y gracias por todo – Le dijo Alondra a mi madre – Que descanses tú también.

–Gracias Alondra, descansen hijo.

–Igual tú madre.

Ambos le dimos un beso y un abrazo a mi madre y subimos a mi recámara, para dormir. En cuanto entramos a mi recámara, yo me metí al vestidor a ponerme mi pijama y le di privacidad a mi princesa, de que ella se pudiera cambiar en mi recámara, lo cual no tardó nada en hacer. Cuando salí del vestidor ella ya había acomodado la cama y ya se había metido en ella, yo me metí con ella a hacerle compañía, nos dimos unos cuantos besos y cuando pensé, que ya íbamos a dormir Alondra, comenzó a preguntarme cosas.

–David mi amor ¿Quién eres? – Ella me miraba fijamente – Dime, porque entre más gente que conozco de tu entorno, me dicen eso, que soy tu princesa no lo entiendo. Yo no soy una princesa, pero creo que tú si eres un príncipe o algo parecido.

–No, mi princesa hermosa. No soy ningún príncipe, pero si vengo de una familia acomodada de Madrid, pero lo que ves, es lo que soy –Le respondí tiernamente –Soy solo un hombre que te ama, pero alguien muy común.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora