Capítulo 172.-

15 1 0
                                    

Narra Alondra Ferreyra

Ya la ropa que traía puesta me estorbaba, me gustaría darme un baño, pero eso lo haría después, lo único que quería era irme de aquí.

–Por acá está el baño, te acompañaré y te esperaré afuera. – Me guió.

–Gracias Axel.

Fuimos al baño, yo entré y él me esperó afuera. Me cambié de la ropa que tenía puesta y me puse la ropa nueva y los zapatos que Axel me había llevado, estaba feliz y emocionada por irme al fin de ese lugar. Cuando salimos de la Delegación, Axel, me tomó de la mano, porque había escalones y para que no fuera a caerme. Esas horas eran para mí, de madrugada y no contábamos, con lo que nos estaba esperando afuera.

–Alondra – Gritó David furioso – Pero ¿Qué coño significa todo eso? Me cago en la hostia, ¿Qué haces con éste? Y ¿Con qué derecho te toma de la mano? Tu novio soy yo, tu dueño soy yo, tu hombre soy yo, así que suelta a este desgraciado.

David estaba como un loco, poseído de celos, pero no me importa, porque era a la persona, que menos quería ver en este momento, por su culpa había pasado la peor noche de mi vida, no se lo iba a perdonar, que mejor se fuera con la porquería esa de la Lola.  

–A ella no le vas a venir a gritar así, mucho menos estando yo presente – Se interpuso Axel – Infórmate bien primero de las cosas, antes de empezar a reclamarle y hasta para eso hay formas, sé un caballero y muestra un poco de educación.

David, estaba peor que cuando pasó lo de Valle de Bravo, pensé que se le iba a venir encima a Axel, para golpearlo, pero iba a salir perdiendo, Axel, le daba tres vueltas.

–Y tú, cállate gato desgraciado y suelta, en este mismo momento a mi novia – David le tronó los dedos a Axel – Y tú Alondra, ya hablaremos que, hasta he perdido clases, por venir a buscarte, para encontrarte así.

–David, todo esto ha sido tu culpa – Le grité – Tú me mentiste, no me dijiste a dónde ibas, por eso me metí en ese problema y de no ser por Axel, ya ahora tendría antecedentes penales, eres un desconsiderado y un estúpido. Pasé la peor noche de mi vida, encerrada aquí, como si fuera una delincuente y solo porque mi novio sigue, clavado con esa basura de vieja imbécil.

David se molestó ante lo que dije y me jaló bruscamente del brazo, para querer obligarme a ir con él, pero jale en sentido contrario, yo no iba a ir con él a ninguna parte, por lo que me estaba resistiendo, hasta que Axel, calmó la situación.

–En este momento, la sueltas – Axel dijo con autoridad – No tienes porque lastimarla, parece que no te enseñó nadie, como tratar a una mujer. Además, no la puedes obligar a nada y yo, no lo pienso permitir. Alondra es mi amiga y la vas a respetar y si ella no quiere irse contigo, como me puedo dar cuenta, a la fuerza no te pienso permitir que te la lleves.

A estas alturas ya la cosa,
se estaba poniendo caliente, pues yo no me iba a ir con él, en definitiva, me iría con Axel, no quería saber nada de David. Venía como si no hubiese pasado nada y a exigir.

–Eso no te corresponde a ti decidirlo – Mi chico le gritó a Axel – Ya hiciste mal tu trabajo, ya ella pasó aquí toda la noche, ahora quítate de en medio y déjame llevarme a mi novia. Déjanos en paz y lárgate.

Ni se imaginaba todo lo que había hecho Axel, por mí, no había sido posible que me sacara, pero había podido conseguir, que me sintiera cómoda en ese sitio, no se imaginaba nada, era un estúpido, que solamente venía a reclamar sin sentido.

–Tú no eres nadie aquí, para darme ordenes y como he dicho, ella decide – Axel volteó a verme – Alondra, ¿Te quieres ir con él? 

Yo miraba a mi chico, que sus ojos grises destilaban fuego, destilaban odio y algo en él en ese momento, me hizo que me muriera de miedo. Por otro lado yo, estaba dolida, estaba muy afectada y estaba demasiado resentida, porque no quería de ninguna manera irme con él, no quería eso para nada, pues sabía lo que pasaría que seguiríamos peleando, yo no dejaba de pensar, que pasó esto por su culpa y la de sus mentiras.

–No Axel – Dije temerosa de la reacción de David – No me quiero ir con él, vámonos de aquí. Por favor.

Por ningún motivo, me quería quedar sola con David, no lo reconocía, estaba demasiado enojado y no me gustaba como nos miraba a Axel y a mí, que se fuera a su casa o al Tec, no quería estar con él, no en el estado que se encontraba.

–Vámonos Alondra – Axel volvió a tomarme de la mano – Buenos días, David.

David no nos permitía pasar y me quería agarrar y no me dejé, yo ya había tomado la decisión de irme con Axel, ya con él no quería hablar, no por el momento y de ninguna manera lo haría hoy, a decir verdad, no sabía si le iba a perdonar que me mintiera.

–Ningún buenos días, David – Bufó mi chico – No pienso permitir, que te lleves a mi novia. Ella se vendrá conmigo, así le guste o no. No se vale que ahora encima, que no hiciste bien tu trabajo y no la sacaste ayer mismo, ella piense que su héroe eres tú. Yo también pasé una noche infernal, no dormí, tengo examen en el Tec y no asistí, porque me importaba más, venir por mi novia.

Eso ya no fue mi problema, mejor lo hubiera pensado antes de querer verme la cara, y nadie lo mandó a que se quedara despierto, ya esa no era mi culpa, ni de la nadie.

–Siento por todo lo que has pasado David, y por lo que estás pasando, lo siento de verdad, pero nada podemos hacer – Axel le dijo con determinación – Ella no quiere irse contigo, quiere irse conmigo y yo, estoy a lo que diga ella. Ya después hablarán.

Seguí caminando como si no existiera, ya ni siquiera me interesaba lo que estaba diciendo, pero él seguía gritando y nos enteramos de lo que decía.

–Alondra, Alondra, que vuelvas acá, coño – Gritaba David – Me cago en la hostia puta.

Axel, me ayudó a subir a su auto y en cuanto lo hice, cerró la puerta y él se subió por el otro lado, empezó a conducir y dejamos a David, en el estacionamiento de la delegación, vociferando quien sabe cuántas cosas.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora