Capítulo 133.-

20 2 0
                                    

Narra David De María 

Cuando volvimos de lo de las motos y como aún era temprano, nos fuimos a subir a las lanchas, Lisa, Andrés, Alondra y yo para poder ahora si, pasear por el precioso lago de Valle de Bravo y fue un milagro, que lo pudiéramos hacer, si hacía apenas un rato cuando parecía que iba a llover. Estuvimos divirtiéndonos por horas en el lago, hasta que el aire, de nuevo amenazaba con dejar caer la tormenta y entonces nos salimos del lago, para irnos caminando todos rumbo a la cabaña.

–Chicos, no sé si quieran pasar un rato a la cabaña, podríamos ver otra película como la otra noche cuando fueron – Los invité – Creo que a Alondra y a mí, ya no nos quedan muchos días aquí en Valle de Bravo.

Bueno era una afirmación, ya nos quedaban pocos días y me gustaría, poder pasarlo con mis amigos y pues ellos les habían caído bien a mi chica.

–Sí, nos parece bien – Dijo Lisa – Vamos un rato ¿Cuándo van a volver a Morelia?

–Por muy tarde en unos 15 días, tuve problemas con una materia del Tec y me tengo que presentar, para dar asesorías – Reconocí así sin ganas – De mis ganas, no regresaría a Morelia.

Para ver de nuevo a Petra no estaba en mis planes, aunque eso de que se habia ido a otro lugar tenia mis dudas, pero no podíamos posponer el regreso, por más tiempo.

–Ya veo – Lisa me miraba como intuyendo algo – Alondra estás muy seria y pareciera que no quieres regresar a Morelia, tu menos que nadie.

Alondra se quedó callada por un momento, pensé que le iba a contar lo de sus problemas con Petra, pero no fue así, al parecer, aún no tiene la suficiente confianza para eso.

–Has acertado Lisa, no quiero volver. Todo este tiempo que llevamos aquí en Valle, me he sentido liberada y tranquila y volver a Morelia, será solo ir a estresarme de nuevo, pero no queda otra a David no le va a permitir Carmen, que no haga lo de las asesorías – Dijo mi chica con tristeza – A dónde él vaya, yo iré.

Eso me quedaba claro y yo estaba igual que ella, no la podía, ni debía dejar sola. Ahora sí, que regresábamos más a la fuerza que por gusto. Más el deber me llamaba y no pensaba defraudar a mis padres, porque estaba claro que mi padre, no me aceptaría que llevara a Alondra si veía, que no habia solucionado lo de la materia.

–No hagamos un drama total de esto – Dijo Andrés – Nadie se está muriendo, somos jóvenes y tenemos salud, así que vamos a divertirnos el tiempo que les quede aquí ¿Qué me dicen?

Por supuesto, teníamos disfrutara ahora más que nunca, de estos últimos días, ya más adelante podríamos venir de vacaciones, porque ahora los deberes nos restaban tiempo para divertirnos.

–Que sí amigo, vamos a pasar a comprar mucha botana y refrescos, para ver películas toda la noche – Me animé a decirles – No creo que tengan un mejor plan, que estar con nosotros.

Hice la propuesta y si estaban ocupados no habría problemas, la podíamos pasar muy bien solo Alondra y yo, si los chicos no podían lo dejábamos, para otro día antes de que nos regresáramos a Morelia.

–Sí que los tenemos – Dijo Lisa – Pero sí preferimos, por mucho estar con ustedes. Son más lindos y divertidos.

–Gracias chicos, conocerlos ha sido muy bonito para mí – Dijo Alondra – Yo casi no tengo muchos amigos.

–Más motivos para celebrar – Dijo Andrés – Deberíamos tomarnos unas viñas o algo, no sólo refresco.

Andrés no desaprovechaba cualquier ocasión para tomar, ya estaba claro lo que decía mi madre, que era un borracho.

–No lo sé, mi madre se puso tan enojada de aquella noche cuando tomamos Andrés, que no la quisiera provocar nuevamente – Admití – Pero si, se me antojan unas bebidas.

–Solo por hoy vamos a comprarnos algunas – Me apoyó Alondra – Ha sido un gran día, ya eres de nuevo amigo de Andrés y nos la hemos pasado de lo mejor.

Bueno era un buen motivo para celebrar, Andrés nunca iba a cambiar, por más que me enojara y como sabía que me molestaba más lo hacía, yo era él que no habia aprendido. 

–Sí, yo también apoyo la idea de los tragos, solo por hoy – Se unió Lisa – Traigo además una bolsa gigante, dónde podemos meter todo lo que se nos ocurra y así tu mamá no ve, que compramos bebidas David.

–Sí, así es. Vamos entonces – Respondí animado.

Caminamos todos hasta llegar a una tienda dónde vendían alcohol y compramos varias viñas, cervezas, botanas y de todo. Me alegraba ver que Alondra se soltaba a platicar con Lisa y con Andrés como si los conociera de siempre y creo que eso me animaba más, a que conviviéramos con ellos, que cualquier otra cosa, el ver a mi chica feliz y relajada, como debería estar siempre y no con tantas preocupaciones, que le ha causado la loca de Petra a lo largo de su vida.

–David, mi amor ¿No crees que Carmen nos descubra? – Se acercó a decirme mi princesa, algo preocupada – Tengo miedo, de que te vuelva a regañar.

Ella siempre tenía miedo de que mi madre, nos llamara la atención, en especial a ella, que no había conocido otra cosa de parte de la mujer, que le dio la vida. Yo creo que ese era su trauma. 

–Siempre hay un riesgo mi princesa, pero por ti los pienso correr todos – La besé – Veo que estás muy contenta y amo eso de ti, que puedas sonreír y estar feliz, así te ves mucho más hermosa.

–Tú siempre estás hermoso mi güero – Me decía ella – Te amo David, gracias por todo esto, por el viaje, por ir conmigo a las motos, por enseñarme el lago. Eres el mejor novio del mundo.

–No creo que sea el mejor – Intervino Andrés – Tú güero, tiene también un lado oscuro, se nota que no lo conoces todavía bien.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora