Capítulo 60.-

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Narra Alondra Ferreyra

-Muñequita, cálmate y escúchame por favor - David me tomó a la fuerza entre sus brazos - Primero debes de saber que la única mujer con la que he estado sin un condón de por medio en toda mi vida, eres tú.

En ese momento David no siguió diciendo más nada y al separarme un poco de él, vi cómo nos cerraron la puerta de su recámara de golpe. Era Carmen y por la expresión de su cara no auguraba nada bueno, me imaginaba que había escuchado toda la conversación y estábamos en graves problemas.

-Mira nada más hijo. Que desilusión ¿De qué hemos hablado tantas veces David de María Ramírez? - Carmen, le preguntó a David - Veo que te entran las cosas por un oído y se te escapan por el otro.

-Madre, déjame explicarte es que sólo han sido un par de veces pero no es para que me tires un rapapolvo. No ha pasado nada - Declaró David con seguridad - Alondra está alterada y tú no estás ayudándome.

-Pues no, los dos están siendo unos irresponsables y sobretodo tú David. Al ser mayor que Alondra y al venir de un mundo diferente y con un criterio más amplio, deberías de estar consiente que hacer el amor no es solo ir y acostarte con tu novia, deben de tomar precauciones y veo que tampoco le has comentado nada a Alondra de lo de ir al ginecólogo - Carmen rebatió dejando callado a David - Es el colmo hijo, te pones y la pones en riesgo a ella al actuar de esa manera.

Salí en defensa de mi chico, porque la culpa no era toda de él, yo también me he dejado llevar por la situación y no se me hace justo que cargue con todo el peso.

-Carmen por favor no seas tan dura con él - Intervine - Él si me ha dicho eso del ginecólogo pero me da pena y miedo ir. Nunca he ido a ese tipo de lugares y todo lo que se relacione con médicos, con hospitales y con cosas de esas me dan miedo.

-Alondra lo siento mucho, sé que no tengo derecho de obligarte a nada pero dada la naturaleza de la conversación que he escuchado no te daré alternativas. Aplazaremos unos días el viaje a Valle de Bravo, hasta que te consiga una cita con una amiga mía que tiene una hija que es ginecóloga. Yo misma te llevaré ¿De acuerdo? - Dijo Carmen dejándome sin salida - Espero que no me vayas a poner ninguna objeción. Es por tu propio bien.

-Claro que sí Carmen - Respondí apenada sin voltear a verla - Se hará lo que tú me digas.

-De una vez les digo a ambos que si tanto quieren seguir estando en brama como acostumbran, tendrán que tener una sexualidad responsable, los dos. Cómo acabo de escuchar que Alondra te dijo David, coincido con ella y aunque a ella la llevaré al ginecólogo ambos se irán a hacer estudios de sangre sobre las enfermedades de transmisión sexual incluyendo también además de eso la prueba del Sida.

-Madre, por Dios ¿Qué coño pasa por tu cabeza? - Le preguntó David a Carmen - Tú también piensas que tengo sida o alguna cosa de esas. Te desconozco madre.

-Yo soy la que te desconoce a ti David, pensé que tomarías las cosas y tu relación con Alondra con más responsabilidad, pero tal parece que no conoces o has olvidado el significado de esa palabra.

-Carmen tiene razón David y además lo siento pero no quiero que volvamos a hacer el amor hasta que nos hayamos hecho esos análisis. Esa mujer Dolores me da mala espina y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión - Le dije a David - Espero que aceptes que nos hemos equivocado, los dos.

David comenzó a caminar por su recámara como un tigre enjaulado, se le veía enojado con Carmen y quizás también conmigo porque después de todo había sido yo, la que comenzó con esta discusión que terminó en este problema entre David y Carmen.

-Está bien mamá y está bien Alondra. Nada de intimidad por el momento y mañana siendo sábado independientemente de lo del ginecólogo podemos ir a los exámenes de sangre ¿Están ambas de acuerdo? - Nos preguntó David a Carmen y a mí.

-Por mí está excelente hijo, yo iré con ustedes y no está a discusión.

-Claro madre.

Carmen salió de la recámara de David, yo me sentía incomoda quedándome ahí con él después de ese desafortunado pleito, así que salí detrás de Carmen, le debía una explicación, estaba en su casa.

-Carmen perdóname en serio, nunca quise que te enojaras con nosotros y tienes toda la razón hemos sido unos irresponsables. Ahora solo me queda pedirle a Dios que esa venezonaca no le haya pegado nada malo a David.

- ¿Esa que, Alondra? Perdona es que no entendí lo que has dicho.

-Esa venezonaca por ser de Venezuela - Dije refiriéndome a Dolores y despejando la duda de Carmen.

Carmen me abrazó después de morir de risa por mi comentario, después de todo se notaba que ella no solo no quería a Dolores, sino que la aborrecía. Porque se podía notar a leguas que había sido una mala influencia para David y con eso de que Carmen nunca aprobó su relación, era evidente que su trato fue diferente a lo que es hoy conmigo, ella me trata como si fuera su hija y yo le agradecía, todo el cuidado y el cariño que se esmeraba en darme.

-Gracia, Carmen.

- ¿Por qué, hija?

-Por estar aquí para los dos, por aceptarme tal como soy y orientarme en las cosas en las que estoy mal.

-Siempre puedes contar conmigo para lo que necesites, me puedes preguntar por algo sin temor, yo siempre los voy a apoyar.

Si esta no era ser una buena madre, no sé quien más lo sería, con toda la serenidad del mundo nos hizo ver su punto de vista y ni siquiera tuvo que alzar la voz para que la escucháramos.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora