Capítulo 105.-

22 3 0
                                    

Narra David de María

Alondra seguía estando celosa de Lisa y eso a pesar, de que ya le había dejado claro, que era sólo ella la mujer a quién yo amo. Su beso me tomaba por sorpresa, le respondí porque no la podía rechazar y mucho menos delante de la que ella, creía, que era una rival. Lisa nos miraba, mientras nos regalábamos apasionados besos Alondra y yo. La noté como queriendo decirnos algo, pero desistió y no nos comentó nada, al respecto.

–David, en serio deben reconsiderar, el ir con nosotros esta noche – Suplicó Lisa – Andrés está deseoso de, conocer a tu chica.

Bueno esa era algo, que ya no estaba en mis manos, si mi madre se enteraba, que rompí su regla, esta vez sí, que no me lo perdonará, ya las cosas estaban calmadas, como para que, ahora las vuelva a descomponer.

–Lo siento en serio Lisa, pero es que mi madre se cabreó, el día que tomé con Andrés y es por eso que no vamos – Me disculpé – Nos vemos después, no pasa nada.

Sí pasaba, porque se sentía muy feo que tus amigos te rechazaran. Si estuviera en su caso, no habría una nueva invitación.

–Alondra, convéncelo de ir. Podemos ir a un lugar en dónde no vayan a tomar, para que David no tenga problemas con Carmen – Le dijo Lisa a Alondra – Por favor, no sean así.

–Pues no sé qué decirte, Lisa, él ya tomó su decisión y no quiero que tenga problemas con su madre – Alondra miró a Lisa y luego a mí.

Su mirada era de expectación, me imaginaba, que sí quería conocer a Andrés y que esperaba que encontrara una solución. No podía hacer mucho y todo sería a escondidas de mi madre, cosa que no me tentaba buscarla, pero mi chica estaba a la expectativa.

–Lisa ahora que lo dices. Tengo una idea, Alondra y yo iremos al paseo nocturno, que se hace por el bosque y si ustedes quieren, podemos vernos allá – Le sugerí a Lisa – Ya que termine el paseo, nosotros tenemos que regresar ¿Te parece bien?

Lisa me miró emocionada, poco faltó, para que saltara de emoción y que me abrazara, como era su costumbre, pero se contuvo y Alondra me abrazó mucho más al parecer también le encantó la solución, que le di a dicho problema. 

–Gracias David, les aseguro a ambos, que la pasaremos increíble – Nos dijo Lisa – Nos vemos en la noche, entonces.

–Nos vemos Lisa – Respondimos Alondra y yo.

Lisa se fue y nosotros nos pusimos a desayunar con mi madre. Todo estaba saliendo bien, así mataríamos dos pájaros de un tiro, estaríamos bien con las dos partes afectadas.

–Chicos, hoy me quedaré en casa, tengo cosas que hacer, no puedo salir y al rato les voy a pedir un gran favor.

–Claro que sí, Carmen – le contestó mi princesa.

–Sí madre – también le respondí

–Muchas gracias.

Después de eso Alondra, recogió la mesa y se llevó a la cocina todo lo que usamos en el desayuno.

–Preciosa, no hay problema si no te ayudo con los platos – le digo a Alondra ya que estaba en la cocina y le llevé lo último que faltaba.

–No te preocupes mi amor, sé que tienes muchos pendientes, yo me ocupo de esto – dice mi chica y me la quiero comer a besos.

–Luego te lo recompensó – ella sabía a qué me estaba refiriendo, con su sonrisa pícara me lo decía todo.

–Ok, mi amor, anda y ve – fueron sus palabras y salí a lo mío.

Tenía que cumplir con la palabra, que ya le había dado a mi madre y ser un estudiante responsable. Alondra cuando terminó de limpiar y de lavar todo, se salió al patio con mi madre y se pusieron a jugar juegos de mesa. Cuando terminé mis deberes, salí un rato con ellas, a sentarme en el patio.

–David, me da mucho gusto, que estés tomando lo de la escuela en serio – Me dijo mi madre muy contenta – Espero, que así seas de ahora en adelante, un estudiante responsable.

–Por mi cuenta corre, que lo será Carmen –Intervino Alondra – Yo haré, que David se enfoque más en lo del Tec. 

–Gracias mi amor, pero es algo, que debo hacer yo mismo. Mi madre me ha recordado, lo irresponsable que he sido – Dije aceptando mis errores – Pero por eso, me puse a hacer mis deberes temprano, para ir tranquilos al paseo del bosque.

–Me alegra que vayan a ese paseo nocturno, está muy bonito y no dudo ni tantito que a Alondra, va a encantarle – Dijo mi madre – Siempre y cuando al terminar el paseo, se vengan a la casa y nada de ir a ver al borracho ese, al novio de Lisa.

Mi madre como que se las presentía, era algo que estaba en su sangre, al ver a Lisa que hoy vino, después de que le había hablado para cancelar, de seguro sumo dos más dos, como bien lo había dicho antes, a mi madre, no se le va una. Pero hice como si no le hubiera entendido y solo asentí con un movimiento de cabeza.

–No Carmen, sólo iremos al paseo. No vamos a ver a ningún borracho – Respondió Alondra riéndose.

–Bueno, ahora les voy a encargar que me traigan unas cosas del pueblo ¿Creen poder ir y regresar en tiempo y sin meterse en ningún contratiempo, ni problema? – Preguntó mi madre a ambos.

–Claro que sí madre. Tú danos tú lista y enseguida vamos Alondra y yo, para poder estar listos para el paseo. 

Mi madre se puso a hacer una lista de todo lo que necesitaba que trajéramos del pueblo y Alondra y yo, nos salimos de la cabaña para irnos en el auto al pueblo. Apenas nos subimos y nos empezamos a reír al mismo tiempo. Era algo que amo de ella, con ella nunca me aburro, con ella todo es diversión y alegría. Ha despertado mi lado aburrido y me ha convertido en alguien que sabe divertirse y reírse de la vida y de mí mismo.

Mi ConsentidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora