Narra David de María
Miraba a Alondra hacer su tarea con mucha dedicación y eso me encantaba de ella, su responsabilidad para hacer sus labores escolares. Una responsabilidad que no tuve nunca yo de esa manera y que hasta la fecha aunque soy dedicado no llego a tanto. Cuando ella se daba cuenta que yo la miraba, lo trataba de disimular mientras buscaba los capítulos de la serie "Amigos y Amantes", terminaba también lo mío.
Todas las temporadas estaban disponibles, así que en cuanto tuviéramos un respiro las podíamos ver, la historia tiene buena trama, era un conflicto bastante interesante, me gusta ver la serie con Alondra, porque ella sabe al detalle la vida de cada uno de los personajes y del entresijo que tienen entre todos ellos. No cabe duda que mi princesa le ha dedicado buen tiempo a la historia. Porque le puedes preguntar de cualquier situación que no entiendas y te la sabe explicar muy bien.
Era muy interesante la mente de mi novia, le ponía mucha atención a todo lo que pasaba a su alrededor y se podía acordar de todo lo que había pasado, tenía una mente prodigiosa, se aprendía temas y los desmenuzaba hasta hallar la solución. Estaba enamorado de su inteligencia. De su desempeño en la escuela y de su entereza al no dejarse vencer de nadie. Era competitiva en todos los aspectos de su vida, la iba conociendo y para todo tenía una respuesta. Ya fuera en el ámbito personal o el estudiantil.
-Alondra, mi princesa ¿Quieres más café? -Le pregunté al ver vacía su taza - Yo me voy a servir más porque ya me está dando mucho sueño.
Mi cuerpo me pedía a gritos la cama. Pero no la quería dejar sola. Me parecía que excedía al elaborar también las tareas de sus amigos, aunque eso lo venía haciendo desde antes que nos conociéramos. Aun así me parecía mucho esfuerzo físico y mental.
-Si quiero más café y te agradezco mucho amor. Pero si tienes mucho sueño, descansa. Yo tengo aún mucha tarea por terminar - Dijo mi novia muy preocupada y eso era a lo que me refería, era demasiado para una sola persona -Aunque si tienes ganas y ya terminaste lo tuyo. Me vendría bien un poco de ayuda.
Solo un poco, yo pensaría que mucha. Lo que en realidad quería, era que acabáramos lo más pronto posible para poder relajarnos, estos días fueron demasiado estresantes y lo que habíamos vivido nos agotó.
-Claro mi princesa, sólo termino de enviar una tarea y te ayudo - Le di un beso tierno - Voy por más café.
Me levanté de la mesa de la sala dónde estábamos haciendo los deberes y fui a hacer un poco de más café y serví el que quedaba en a cafetera en unas tazas. Volví a hacer el mismo procedimiento para iniciar un ciclo para que tuviéramos más café. Le llevé una a mi hermosa novia y la otra era para mí.
-Listo, aquí está su café señorita - Se lo puse en la mesa - Espero me quede tan bueno como a ti.
-David, tu eres maravilloso en todo. No sé qué es lo que has visto en mí - Dijo Alondra - Soy tan normal y tan ordinaria.
-No digas eso preciosa. Tú tienes todo lo que me encanta. Ya terminé, ¿Con qué quieres que te ayude?
-Con la tarea de física y lo de dibujo pero aquí no tenemos restirador y espero que eso no sea un problema.
-A un gran problema, grandes soluciones mi amor. Tú sigue en lo tuyo, pásame lo de dibujo y deja que yo haga mi magia.
-Gracias David, por todo mi amor.
Abracé a mi princesa y le di un beso suave que de inmediato a ambos nos desesperó, lo que siempre que estábamos juntos nos ocurría que nos encendíamos al más leve roce y ante la más sutil caricia, se sentía el calor de nuestros cuerpos aun con la ropa puesta. La solté antes de que termináramos en otra cosa y que nos valiera en lo que habíamos acordado. Yo no quería ser el causante de que ella tuviera problemas en la escuela así que por el bien de los dos, nos separamos.
-Sigue con lo tuyo preciosa, que no me atrevo a imaginar cómo podemos acabar - Le dije muriendo de risa - Te amo Alondra.
-Te amo David y gracias por ayudarme.
Me puse a hacer primero lo de física de Alondra, que prácticamente ya estaba hecho solo le ayudé dándole un poco de buena presentación. Después de eso, improvisé un restirador levantando las patas traseras de una mesa deteniéndolas con unas tablas de madera que teníamos en el patio trasero. Alondra se quedó muda ante mi ingeniosa solución.
-David, me sorprendes mi amor. Nunca se me hubiera ocurrido eso.
-Hay que tener un poco de creatividad, un poco de imaginación pero sobretodo preciosa siempre hay que buscar ante cada problema una solución - Le dije a mi princesa - Ahora me pondré a ayudarte en lo de dibujo como debe ser, en un restirador.
Ella no se pudo contener y se lanzó a mis brazos. Yo desde luego que la recibí encantado y comenzamos a besarnos y a acariciarnos como si tuviéramos prisa por hacer el amor, que en realidad eso es lo que estaba pasando. Yo quería detener el momento y al mismo tiempo no quería hacerlo pero ella me ayudó, soltándose de mi abrazo. También sabía que le estaba costando aguantar tanto tiempo sin tener ese contacto que nos gustaba a ambos.
-David perdóname, me dejé llevar y aún no terminó la tarea.
-No tengo nada que perdonarte, ambos nos dejamos llevar. Eres preciosa Alondra y me vuelves loco. Pero mejor terminemos con tu tarea para salir a dar una vuelta.
Tal vez al estar al aire libre nos enfriábamos, porque estar tan cerca de ella me sacaba la ganas de poseerla en cualquier lugar, por eso no era preferible que estuviéramos solos, éramos un enjambre de avispas.
-Sí mi amor.
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Mi Consentida
Lãng mạnAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...