Narra David De María
Pasaron algunos días tranquilos mientras que mi princesa hermosa se recuperaba del todo y estábamos felices en mi casa sin preocupaciones, sólo salíamos para ir al Tec y volvíamos a casa para hacer tareas, para abrazarnos, ver tele y querernos mucho. No me importaba tener que ver Floricienta, si con eso Alondra era feliz, yo lo era también. Amaba cada detalle y cada momento que estaba con ella.
Su inocencia era tan pura, no me cabía en la cabeza, como su madre decía que era una rebelde y trataba de cortar sus alas cada vez que ella se revelaba, pues no era sumisa ante su madre, creo que solo estaba haciendo valido su derecho de opinar y ser una persona independiente, pues ella sola había pedido la beca, sus padres no la apoyaban en nada referente a los estudios.
Una noche mientras estábamos con mi madre cenando y platicando, tocaron la puerta de mi casa. Fui a ver de quién se trataba y me encontré de frente con Dolores mi ex novia, que iba vestida muy escandalosamente y dejando muy poco o mejor dicho nada a la imaginación, no era su tipo de vestimenta, pero pasó por mi mente del porqué venia así, algo traía entre manos.
–Hola David. No te quedes ahí parado, ven y dame un beso – Ordenó Lola como le decía todo el mundo – Espero que ya hayas reconsiderado volver conmigo. Te extraño mucho y mi cuerpo te necesita, ya sabes cómo me pongo cuando no estamos juntos.
–Hola Lola, ¿Cómo estás? – Respondí desganado – He estado muy liado con mis cosas en estos días y no había tenido tiempo de buscarte, pero bien dicen que todo sucede por una razón y ya que estás acá, quiero hablar contigo de algo o mejor dicho de alguien.
No salí de la casa, me puse en la puerta y la bloquee, no dejaría que entrara a perturbar la paz que reinaba desde hacen varios días, nada tenía que hacer aquí, había sido claro de que ya no habría reconciliación, pues sus arranques de ira habían ido menguado mi paciencia.
–Eres un grosero David de María, bésame primero. Es lo menos que me merezco por todo el tiempo que te he esperado mientras deliberas si volveremos o no.
Sus palabras me sacan de onda, yo en ningún momento iba a tomar en consideración regresar con ella, estaba muy equivocada en eso, pero tendré que aclararle ese punto.
–Escucha Lola y escúchame muy bien, eso es justamente de lo quiero hablarte. No hay nada que deliberar, así que espero que estés preparada para lo que te diré enseguida.
–Pues ya no la hagas de emoción David, es obvio que vamos a volver a pesar de la ridícula de tu madre y sus tonterías que te ha metido en la cabeza sobre mí.
Sus palabras lo único que consiguen es, hacerme recapitular en un comienzo, ¿Por qué tuve algo que ver con ella?, siendo tan irrespetuosa e igualada.
–De mi madre no le permito a nadie y mucho menos a tí, que te expreses mal de ella, aprende a respetar para ser respetada – Espeté muy molesto, mi madre es intocable – Lamento mucho que pienses que vamos a volver, sino te he dado esperanzas de eso. Hay otra mujer de la que estoy perdidamente enamorado, así que lo nuestro si es que hubo una posibilidad de retomar, ya no existe.
De sus ojos salen llamas de fuego, a eso me refiero cuando digo que sus arranques de ira me llevaron a pensarme mejor y ya no regresar con ella, las personas que se descontrolaban era mejor mantenerlas alejadas
–Ya David, odio tus bromitas. Bien que te mueres por hacerme tuya y porque yo te haga un oral de esos del sexo de reconciliación – Quiso abrazarme y la rechacé de inmediato, ya no toleraba su contacto – Ya dime que, me sigues amando.
–No Dolores, no te amo y después de lo que estoy sintiendo ahora por mi novia puedo darme cuenta que jamás te amé. Contigo sólo era atracción carnal y no cambiaría por nada en el mundo el estar con ella. Así que te pido de la manera más amable que te retires de mi casa, por favor. Buenas noches – Le indiqué que se fuera a lo que ella contraatacó.
– ¿Con qué entonces era cierto? Lo que dice todo el mundo, que andas con una mocosa tonta muy acaramelado en el Tec y que es tu noviecita santa. ¿En serio David? ¡No mames!, no seas estúpido y pendejo, ¿Cómo pudiste cambiarme a mí por esa que dicen las malas lenguas que ni su madre la quiere? – Escupió Lola todo el veneno en ella y eso me hizo sentir alterado algo que casi no pasaba conmigo.
–Buenas noches Lola – Respondí y cuando estaba por cerrarle la puerta en la cara a Lola, Alondra me abrazó por la espalda.
–David mi amor, ¿Qué pasa? Vine a ver el motivo de qué estés tardando tanto – Dijo ella tiernamente.
–Ya voy mi princesa, es que estaba resolviendo un asunto – La abracé por completo sin importarme nada delante de Dolores – Lola, estaba por irse.
Dolores se quedó parada como una estatua al verme besar y abrazar a Alondra delante de ella, lo hice con la intención, de que comprendiera de una vez por todas, que lo nuestro no era un juego, lo que detonó una crisis de histeria total en ella.
–Mira David, esto no te lo pienso pasar. No me puedes dejar por esta mocosa pendeja, no te lo pienso permitir. Tú eres mío – Gritó Dolores como una verdadera loca.
–David, ¿Quién es ésta? – Quiso saber Alondra – Dile que se vaya de aquí, que la única novia tuya soy yo.
–Ésta tiene su nombre, soy Dolores y te advierto que no permitiré que estés con mi hombre porque David es mío y nada de lo que pueda hacer contigo superará lo que hemos hecho en la cama él y yo – Dolores le dijo todo eso a Alondra haciéndola sentir mal, pues me di cuenta enseguida.
–Dolores, vete inmediatamente de mi casa y no regreses. No permitiré que le hables así a la mujer que amo y te pido por favor que nos dejes en paz o no respondo. Buenas noches – Atiné a decir y le cerré la puerta en la cara.
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Mi Consentida
RomantizmAlondra ha sido mía desde el primer momento que la vi, los libros hablan sobre chispas en el aire, cuando se encuentran dos almas gemelas, lo nuestro fueron luces de bengalas, luminosas, mostrándonos lo peligroso que podemos ser si nos acercamos lo...